Por Derek Prince
Al acercarse la culminación de la presente era, las fuerzas espirituales del mal, que han estado operando a través de la historia humana, han sido llevadas a una manifestación más abierta. Queremos identificar y describir esas fuerzas para que podamos estar mejor equipados para confrontarlas y vencerlas. Nuestro enfoque predominante será sobre su naturaleza y no en predicciones específicas como quién será el Anticristo, o cómo se librará la batalla de Armagedón.
Lo primero que se debe señalar es que «los últimos días» de los que hablamos son un espacio de tiempo definitivo que comienza en los días del Nuevo Testamento y continuará hasta el regreso de Cristo. El Apóstol dice en 1 Juan 2: 18: «Hijos son los últimos tiempos … » Así que ya habían comenzado en los días de Juan. La implicación de Pedro es la misma en el día de Pentecostés cuando cita a Joel de la siguiente manera: «Y sucederá en los últimos días … «(Hechos 2: 1 7). 2 Pedro 3: 18 nos recuerda que un día con el Señor es como mil años y mil años como un día. Si tomarnos eso en el sentido literal, significa que poco menos de dos días han pasado desde Pentecostés hasta ahora. Eso facilita nuestra comprensión de los últimos días, o los últimos tiempos, que son los mismos mencionados en los Hechos y los que vivimos ahora.
Hay una palabra clave y distintiva que resume todas las fuerzas del mal que han sido soltadas y las que se soltarán en este período del tiempo final. La palabra es «anticristo». 1 Juan 218-22 es un pasaje clave:
Hijos, son los últimos tiempos, y tal como oísteis que el anticristo viene, aun ahora han surgido muchos anticristos; por eso sabemos que son los últimos tiempos.
Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros.
Pero vosotros tenéis una unción del Santo, y todos vosotros sabéis.
No os he escrito porque ignoréis la verdad, sino porque la conocéis, y porque ninguna mentira procede de la verdad.
¿Quién es el mentiroso sino cl que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo.
La operación del «anticristo».
Es importante entender el significado de la palabra «anticristo». Se deriva de la composición de dos palabras griegas; la preposición anti y la palabra Christos. La preposición anti tiene un doble significado. El primero es de «contrariedad». El segundo es «un lugar de». Ambos significados son importantes para la compresión de nuestro tema.
Christos significa «ungido». Esta palabra corresponde directamente a la hebrea Mashiach que se traduce en el Antiguo Testamento como «Mesías» y significa «el ungido». Es sorprendente la cantidad de cristianos y judíos por igual que ignoran que cuando decimos «Jesucristo», estarnos diciendo «Jesús, el Mesías».
Las diferentes líneas a través de las cuales opera el Anticristo se resumen en el significado del nombre. El golpe inicial del Anticristo es contra el verdadero Ungido, Jesús el Mesías. La primera operación es la de librarse del verdadero Cristo, Jesús de Nazaret. Pero eso no es todo. El propósito final es reemplazarlo con otro. No podemos comprender completamente lo que está sucediendo en el ambiente espiritual a menos que veamos que la primera operación de Satanás es la de hacer a un lado a Jesús, el verdadero Ungido y que su propósito final es reemplazarlo con uno falso – el Anticristo.
Una vez que hayamos captado esto, nos daremos cuenta que en muchas iglesias el anticristo está trabajando ya fuertemente. Tengo un amigo que es miembro de cierta iglesia denominacional. Hace ocho años me dijo en conversación: «Hablar de Jesús es como decir una «mala palabra» en nuestra iglesia. Se puede hablar de Buda, de Platón, de Martin Luther King y todos están felices. Pero si alguien menciona a Jesús, todos se sienten turbados». Esa es la primera operación del espíritu del anticristo -eliminar al verdadero Cristo. De lo que esta gente y millones de otros no se dan cuenta, es que el proceso no termina allí. El propósito final del Anticristo no es sólo librarse de Jesús; es el de reemplazarlo con otro.
Hay en el área del Mediterráneo, que de muchas maneras es el foco de las profecías sobre los últimos tiempos, tres religiones principales: el Cristianismo, el Judaísmo y el Islamismo. Todas creen en un Dios. Hay una sola gran barrera que les impide unirse: ese personaje histórico que se llama Jesús de Nazaret.
Si Satanás pudiese persuadir a la Iglesia que podríamos pasarla bien con una bonita forma de religión, que no perturbara a las personas con el énfasis de la necesidad de un sacrificio de sangre y los reclamos particulares de Jesús, el camino quedaría abierto para que hubiese una coalición de estas tres religiones. Mi opinión personal es que esto es lo que el Anticristo logrará. Es seguro que una de las esferas principales de su actividad será la religión, porque allí es donde Satanás se siente más en casa y de allí es donde proviene su mayor amenaza para la humanidad.
Las formas del anticristo
Hay tres formas distintivas en las que se habla del Anticristo. 1 Juan 2: 18 dice: «Hijos, son los últimos tiempos, Y tal como oísteis que el anticristo viene … » Aquí se menciona como título específico de una persona. Luego continúa diciendo: » … aún ahora han surgido muchos anticristos». Además de una persona que es el Anticristo, hay muchos otros anticristos. Si queremos saber lo que tienen en común, leamos en 1 Juan 4:2-3:
«En esto conocéis el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo (el Mesías) ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesús ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y ahora ya está en el mundo. «
Tenemos pues, al Anticristo que es una persona, a muchos anticristos en muchas personas y al espíritu del anticristo que opera en todos ellos. Tenga en cuenta que este espíritu no puede operar en ninguna parte donde no se haya predicado realmente el evangelio. El Anticristo es diferente al paganismo, porque su espíritu es una negación deliberada del reclamo de Jesús de ser el Mesías. No hay campo para la operación del anticristo si esta declaración nunca ha sido presentada. Por eso es que pertenece definitivamente a los últimos tiempos, porque en las épocas pasadas los reclamos de Jesús no habían sido predicados.
El espíritu del anticristo tiene cuatro marcas particulares. La primera está declarada en 1 Juan 2: 19: «Salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, hubieran permanecido con nosotros; pero salieron a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros».
La primera marca comienza en su asociación con la iglesia. Esto confirma la observación de que el anticristo no se puede levantar donde no se haya predicado el evangelio.
La segunda marca es que niega que Jesús es el Mesías. 1 Juan 2:22 dice: «¿Quién es el mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo … «
La tercera marca es que niega las personas del Padre y del Hijo en la Deidad. La segunda parte del versículo 22 dice: «Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo». No niega a Dios, sino al Padre y al Hijo.
La cuarta marca es que «no confiesa que Jesús ha venido en carne». (1 Juan 4:2-3). No niega necesariamente que el Mesías vendrá. En realidad, explota esta verdad para su propia ventaja. Lo que niega es que ya haya venido.
Los títulos del anticristo.
El Nuevo Testamento usa otros tres títulos para describir al Anticristo. 2 Tesalonicenses 2:3- 8 dice:
«Que nadie os engañe en ninguna manera (el engaño es la herramienta principal del Anticristo), porque no vendrá (el día del Señor) sin que primero venga la apostasía (apartarse deliberadamente de la verdad revelada), y sea revelado el hombre de pecado (sin ley), el hijo de perdición.
El cual se opone, y se exalta sobre todo lo que se llama dios o que es objeto de culto, de manera que se sienta en el templo de Dios (como Dios), presentándose corno si fuera Dios. ¿No os acordáis de que cuando yo estaba todavía con vosotros os decía esto? Y vosotros sabéis lo que lo detiene por ahora para ser revelado a su debido tiempo.
Porque el misterio de la iniquidad (no teniendo ley) ya está en acción, sólo que aquel que por ahora lo detiene, lo hará hasta que él mismo sea quitado de en medio.
Y entonces ese inicuo (sin ley) será revelado, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida … «
Aquí se mencionan dos de los títulos del Anticristo: el hombre sin ley y el hijo de perdición. Sólo hay otra persona a quien el Nuevo Testamento llama el hijo de perdición: Judas Iscariote. El significado es que Judas fue un apóstol y traicionó al Señor. De nuevo esto es confirmación que el Anticristo comienza en asociación con los discípulos del verdadero Cristo. Pero es un traidor.
«Satanás necesita como instrumento para su engaño, una filosofía que deifique al hombre «.
El otro título lo encontramos en Apocalipsis 13: 1,2,4:
Y vi una bestia … semejante a un leopardo … y adoraron al dragón, porque él dio su autoridad a la bestia: y adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién es como la bestia, y quién puede luchar contra ella? «.
(Yo prefiero traducir esta palabra «bestia salvaje». Sugiere ferocidad y crueldad. Ciertamente estas serán características del Anticristo).
El anticristo a través de la historia
La historia revela que hubo muchos anticristos. Entiendo que la Enciclopedia Judía nombra más de cuarenta que se han levantado entre el pueblo judío desde los tiempos de Jesús. Uno de los más conocidos fue Moisés de Creta, quien se hizo pasar por el Mesías en el siglo tercero o cuarto y, prometiendo llevar a sus seguidores de regreso a Israel, los condujo hasta el mar y allí perecieron todos ahogados. Ridículo pero trágico.
El concepto del Mesías en el Judaísmo, es esencialmente de uno que devolverá la tierra a la nación judía y les permitirá reconstruir el templo. Cualquiera que pudiera lograrlo sería aclamado ciertamente por muchos judíos como su mesías.
También en la historia del Cristianismo ha habido muchos anticristos. Uno de los ejemplos más claros es Mahoma. Mahoma surgió en el contexto del Cristianismo. Conocía bien las enseñanzas de Jesús y reconoció que Jesús fue un profeta, pero negó que Jesús fuera el Hijo de Dios. Cuando un musulmán dice que «cree en Jesús», no da a entender que «cree en él corno el Hijo de Dios», sino como en un profeta. La esencia del anticristo es estar consciente de Jesús y sus atribuciones y negarlo. Muchos musulmanes aseguran que Mahoma es «el consolador» que Jesús prometió enviar.
Hitler, sin lugar a dudas, fue un anticristo. Por cierto que tenía la crueldad de una bestia salvaje. Sin embargo, multitudes de alemanes lo vieron como un salvador. Los libros de texto nazis de la historia alemana se refieren a su breve tiempo en prisión como a su «crucifixión». Von Ribbentrop decía que era el Espíritu Santo.
Dondequiera que el espíritu del anticristo se introduce, da a los hombres control sobrenatural sobre otros hombres. No había nada en Hitler como persona en su propio derecho que le diera la autoridad o la influencia que tenía. Corno persona, era un pequeño e insignificante fracaso de hombre. Pero cuando ese espíritu de anticristo se le introdujo, le capacitó para arruinar a continentes enteros y ser el responsable de la muerte de incontables millones de personas. No olvidemos que la crueldad es parte de la misma naturaleza del anticristo.
Otro anticristo en pequeña escala que encontré personalmente en Kenia, África ecuatorial, fue el Mau, Mau. Muchas personas no saben que este movimiento se levantó dentro de las misiones cristianas. Casi todos sus líderes recibieron su educación en escuelas misioneras. Cuando comenzaron el Mau, Mau, siguieron cantando los mismos himnos que los misioneros les habían enseñado, quitando el nombre de Jesús y sustituyéndolo por el de un líder político. Esa es la esencia del anticristo: hacer a un lado a Jesús y reemplazarlo con otro.
Teóricamente, el Mau, Mau, surgió en oposición al colonialismo blanco. Sin embargo, la realidad es que más blancos murieron en accidentes de tráfico en Nairobi que por manos del Mau, Mau. Por otro lado, miles de cristianos africanos fueron asesinados brutalmente por sus propios compatriotas en la causa del Mau, Mau. No importa que máscara use el anticristo, su enemigo real es Jesucristo y todos los que con él se identifican, y su crueldad es feroz como la de una bestia salvaje.
La motivación del. Anticristo
La motivación suprema del Anticristo es la rebelión. El es el hombre sin ley. La primera manifestación de ese espíritu la vemos en Isaías 14: 12-14:
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! (Es significativo que Satanás comenzó en el cielo como uno de los arcángeles de Dios, indicando de nuevo que el anticristo pertenece al pueblo de Dios antes de convertirse en un traidor y un rebelde). Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo.
Cinco veces dice lo que hará por su voluntad. Esa es la esencia de la rebelión: la voluntad de la criatura en oposición a la voluntad del Creador. Lucifer cayó por querer alcanzar una igualdad que no se merecía.
Es bueno contrastar esto con el espíritu de Jesús, según lo describe Filipenses 2: 5-6:
Haya, pues en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrrarse (no consideró que la igualdad con Dios fuese algo para apoderarse) …
Ambos están en oposición directa. Lucifer no era igual a Dios, trató de apoderarse de esa igualdad y cayó. Jesús era igual con Dios, renunció a su posición y se humilló a sí mismo y el Padre le exaltó. Note el contraste: el espíritu satánico intenta apoderarse del poder, la autoridad y el honor. Cada vez que intenta alcanzarlo, cae. El espíritu de Jesús se merece la autoridad y el honor, pero voluntariamente se humilla a sí mismo y como resultado recibe lo que renuncia.
La meta del anticristo
Satanás, en su expresión como el Anticristo, tiene una ambición suprema: anhela recibir la adoración. Comenzó hace mucho tiempo en su intento para lograrla y nunca se ha dado por vencido. De acuerdo a las Escrituras, sólo Dios tiene el derecho de recibir la adoración. De manera que si Satanás puede hacer que le adoren, estará reafirmando su aspiración de ser igual con Dios. Por eso anhela la adoración más que cualquiera otra cosa.
Esto viene a relucir en un inciden te dramático en la vida de Jesús al comienzo de su ministerio. En Mateo 4 encontramos a Jesús en el desierto, tentado por Satanás. El versículo 8 comienza la tentación final:
Otra vez el diablo le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo, y la gloria de ellos (la carnada es el poder político):
Y le dijo: Todo esto te daré, si te postras y me adoras.
Entonces Jesús le dijo: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está, Al Señor tu Dios adorarás, y solo a El servirás.
El verdadero Mesías rechazó el trato del diablo. No compraría el poder político por el precio de adorar a Satanás. El falso mesías, el Anticristo, sí lo hará. Una vez que se haya vendido a Satanás, este usará todos sus poderes y su astucia para subirlo políticamente, hasta que se convierta en el gobernador supremo sobre toda la raza humana.
Veamos de nuevo en Apocalipsis 13:2-4:
Y la bestia (salvaje) que vi era semejante a un leopardo … y el dragón (Satanás) le dio su poder, y su trono, y gran autoridad.
Y vi una de sus cabezas como si hubiera sido herida de muerte, y su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia. (De igual manera en que la verdadera resurrección endosó a Jesús como el verdadero Mesías, habrá una resurrección falsa que señalará al falso mesías).
Y adoraron al dragón, porque él dio su autoridad a la bestia (salvaje); y adoraron a la bestia …
Finalmente, Satanás logra su ambición. Tuvo que hacerlo a través de un hombre. Yo diría que lo ha estado buscando por dos mil años. No será ningún hombre corriente y moliente. No será denso ni estúpido. Será muy atractivo, talentoso, fascinante, listo y sofisticado.
El engaño: la herramienta de Satanás
Satanás tiene una herramienta principal para alcanzar su objetivo: el engaño. Todas las profecías que se relacionan con los últimos tiempos, advierten contra el engaño. Satanás usará una forma específica. Ya que su objetivo es hacer que la humanidad adore a un cierto hombre como si fuera Dios, necesita como instrumento para su engaño, una filosofía que deifique al hombre. Esta filosofía ya existe con el nombre de humanismo secular. El desenvolvimiento lógico del humanismo secular es que el hombre sea hecho su propio dios, pues rechaza todo concepto de un «ser supremo» o de una autoridad absoluta fuera del hombre. Declara que el hombre puede resolver sus propios problemas y definir su propio destino. De esta manera el hombre mismo se convierte en el «ser supremo» – su propio dios.
Zacarías 9: 13 predice un choque final entre las filosofías. El Señor declara lo que hará al finalizar esta era:
Porque he entesado para mí a Judá corno arco, e hice a Efraín su flecha, y despertaré a tus hijos, oh Sion, contra tus hijos, oh Grecia …
Esta pintoresca figura predice la restauración de los dos reinos que habían sido esparcidos en el exilio -Judá, el reino del sur y Efraín, el reino del norte. Dios los convertirá en Sus armas de batalla. Judá será el arco y Efraín su flecha. Esto está de acuerdo a las profecías de Ezequiel 37, donde el Señor habla de la restauración de los dos reinos en una sola nación.
Este versículo indica también que los representantes de Sion se levantarán en oposición a los representantes de Grecia. Esencialmente, esto significa un choque de filosofías. Grecia es la fuente principal de la filosofía occidental. Sólo aquellos que están familiarizados con la historia de la filosofía pueden apreciar hasta qué punto los conceptos y la cultura del mundo occidental han sido moldeados por la filosofía griega. Alrededor del año 600 A.C. Heráclito, uno de los primeros filósofos griegos, hizo la siguiente declaración que resume la filosofía del humanismo secular: «El hombre es la medida de todas las cosas». En otras palabras: «El hombre tiene la respuesta final».
Por otra parte, la esencia del pensamiento hebreo está expresado en las primeras palabras de la Biblia: «En el principio Dios … » Un aspecto principal del conflicto final será este choque de filosofías: el humanismo secular haciendo al hombre su propio dios y la revelación hebrea del verdadero y supremo Dios, quien es el único digno de adoración y a quien todos los hombres tendrán que dar cuentas finalmente.
Las falsificaciones de Satanás
Todas las formas del engaño satánico tienen una característica en común: todo lo que producen es falsificado. Tendrán una trinidad falsificada, según menciona Apocalipsis 16: 13, atribuida a espíritus malos e inmundos.
Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, a tres espíritus inmundos semejantes a ranas.
Esa es la trinidad satánica correspondiente a la verdadera. El dragón, Satanás, es la falsificación del Padre. La bestia, el Anticristo, el falso cristo, es el Hijo. El falso profeta, el maestro religioso que establece el poder del Anticristo y persuade al mundo entero para que lo adore, es el que corresponde al Espíritu Santo.
No sólo producirá una trinidad falsa, sino que también tendrá una falsa iglesia. De la misma manera en que Jesús tiene una Iglesia que es su novia, el Anticristo tendrá una que será la expresión de la rebelión femenina. Así como el Anticristo es la expresión de la rebelión original contra Dios, su desposada reproducirá su propia forma característica que es la rebelión femenina.
Esta rebelión femenina está descrita en Zacarías 5: 5-1 1:
Y salió aquel ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale.
Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Este es un efa1 que sale. Además dijo: Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra.
Y he aquí, levantaron la tapa de plomo, y una mujer estaba sentada en medio de aquel efa.
Y él dijo: Esta es la Maldad;2 y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en la boca del efa.
Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y los cielos.
Dije al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el efa?
Y él me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Sinar: 3 y cuando esté preparada lo pondrán sobre su base.
Hay una fuerza oculta que opera en toda la tierra. En 2 Tesalonicenses 2: 7 se le llama «el misterio de la iniquidad» (no teniendo ley). Aquí en Zacarías, en su específica manifestación femenina se personifica en una mujer oculta en un efa. Todos los personajes de esta visión son femeninos. Otras dos mujeres alzan a la que representa la rebelión y la llevan a un lugar donde comienzan su propio sistema religioso. La frase «sobre su base» es significativa. Esta religión no será edificada sobre Jesucristo, el fundamento que Dios ha dispuesto, sino sobre una base de rebelión. Estará asociada directamente con Babilonia, fuente de toda corrupción religiosa en todos los tiempos.
En Apocalipsis 17: 1-6 tenemos otro cuadro aún más vívido de este rebelde sistema religioso femenino. Aquí la iglesia falsa es llamada ramera por su infidelidad a su verdadero desposado, Jesucristo, cometiendo fornicación espiritual con el Anticristo.
Y uno de los siete ángeles, que tenían las siete copas vino y habló conmigo, diciendo: Ven acá, y te mostrará el juicio de la gran ramera que está sentada sobre muchas aguas, con quien los reyes de la tierra cometieron actos inmorales, y los moradores de la tierra fueron embriagados con el vino de su inmoralidad.
Y me llevó en el Espíritu a un desierto; y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres blasfemos, que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada con oro, piedras preciosas y perlas, y tenía en la mano una copa de oro llena de abominaciones y de las inmundicias de su inmoralidad,
Y sobre su frente había un nombre escrito, un misterio: BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA.
Y vi a la mujer ebria con la sangre de los santos, y con la sangre de los testigos de Jesús. Y al verla, me asombré grandemente.
La desposada del Anticristo reproduce una de sus principales características – la crueldad salvaje. Será la perseguidora inmisericorde de su rival, la verdadera Iglesia, que ha permanecido fiel a Jesucristo.
En el resto del capítulo 17, vemos que la mujer se sienta sobre una bestia con diez cuernos, representativos de diez reyes. En otras palabras, logra su posición de poder sacando partido de los gobernantes seculares. Sin embargo, su triunfo no durará mucho. Su fin está descrito en el versículo 16:
Y los diez cuernos que viste, y la bestia, estos odiarán a la ramera y la dejarán desolada y desnuda, y comerán su carne, y la quemarán con fuego.
Este es un contraste extraordinario de la manera en que el Anticristo trata a su desposada y la manera en que Cristo trata a la Suya. La antítesis la vemos en todo. Jesús ama a la Iglesia, se dio a sí mismo por ella, la cuida, la sustenta, la embellece, la glorificará, y la presentará con toda honra a todo el universo. El Anticristo, después de usar a la falsa iglesia, se vuelve en su contra y la destruye. Esta es una característica peculiar del diablo. Mientras necesite a la gente, la adula y la persuade con halagos, pero cuando ya no le sea de ninguna utilidad, la desecha sin misericordia.
El amor a la verdad
Volvamos al pasaje de 2 Tesalonicenses y veamos los versículos 9 al 12:
Inicuo cuya venida es de acuerdo a la actividad de Satanás, con todo poder, y señales, y prodigios mentirosos,
Y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
Por esto Dios enviará sobre ellos una obra de error, para que crean la mentira, a fin de que todos ellos sean juzgados, los que no creyeron la verdad, sino que se complacieron en la maldad.
El juicio final de Dios sobre los rebeldes es entregarlos en las manos de Satanás. Hay ocasiones en el Antiguo Testamento cuando Dios hizo esto mismo. Cuando el rey Saúl rechazó la palabra del Señor, Dios lo entregó a un espíritu maligno (1 Samuel 15:23; 16: 14). Más adelante, Dios advirtió a la nación de Israel que, por haber rechazado persistentemente a sus profetas, El derramaría sobre ellos «espíritu de sueño «, para que no pudieran entender la revelación profética (Is. 29: 10-14). En Romanos 11: 8 Pablo declara que este juicio cayó en realidad sobre Israel y por eso no pudieron reconocer el Mesías cuando vino.
En 2 Tesalonicenses 2, Dios dice que un juicio similar vendrá sobre el mundo. Todos los que rehusaron recibir y obedecer la verdad de Dios que les fue presentada, vendrán bajo la influencia de una ilusión satánica que les hará aceptar una mentira en vez de la verdad y así perecer.
Esta advertencia de Dios tiene implicaciones personales muy serias para cada uno de nosotros. ¿Cuál es nuestra actitud hacia la verdad que Dios nos ha traído? ¿Hay ambivalencia o doblez de corazón en nuestra respuesta, demorando el compromiso que Dios requiere de obediencia total y sin reservas?
No podemos jugar con la verdad para adaptarla a nuestra propia conveniencia. No tenemos necesariamente otros diez o veinte años para responder positivamente a Dios. El puede detener su verdad en cualquier momento y no hacerla disponible para nosotros. Aún si la pudiésemos seguir oyendo, no la comprenderíamos ni la creeríamos. Se necesita la gracia de Dios para recibir Su verdad. De otra forma no podemos creer. Si Dios detiene su gracia y nos entrega al engaño, andaremos perdidos no importa lo listos, religiosos o intelectuales que seamos.
¿Le está hablando Dios a usted en este preciso momento de dejar sus jueguitos religiosos y comenzar a obedecer la verdad? ¿Está dispuesto a rendirse en obediencia total a Dios y a su voluntad? Si así es, esta oración verbalizará su compromiso:
Señor Jesucristo, por una decisión de mi voluntad, renuncio a Satanás y a todos sus caminos. Renuncio a todas las formas conocidas de rebelión y de engaño, reconocidas o sin reconocer. Si estas cosas tienen influencia sobre mí, me libero de ellas ahora, en el nombre de Jesús. Escojo recibir la verdad, para amarla y obedecerla. Me sujeto a ti sin reservas, Señor Jesús y a tu máxima voluntad para mi vida. Desde este momento en adelante, confío en ti para que me mantengas libre de todas las formas de error y de ilusión satánica. Por amor a tu nombre. Amén.
- Medida de capacidad para medir granos
- La palabra en hebreo significa rebelión.
- Babilonia.
Reproducido de la Revista Vino Nuevo Volumen 3, nº 5, febrero 1980