Apreciado amigo en Cristo:

Juan, el amado amigo y discípulo de Jesús, había predicado fielmente el Evangelio durante muchos años después de que Jesús ascendió al cielo. Finalmente fue desterrado a la pequeña isla de Patmos, en el Mediterráneo. Ahí, durante su tiempo de oración, el señor Jesús se le apareció en una visión y le dio un mensaje para las siete iglesias, una de ellas la de Éfeso.

Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro, dice esto:  Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado. Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido (Apocalipsis 2:1-5)

La iglesia de Éfeso era una iglesia grande, vibrante e influyente. También se había convertido en una iglesia muy activa. Jesús no criticó sus buenas obras ni su compromiso con la sana doctrina. Pero algo había salido terriblemente mal en Éfeso que podría causar que Dios le quitara su presencia, favor y testimonio.

No obstante su duro trabajo para él, habían olvidado su relación personal con él. Su motivación para el trabajo había cambiado, ya no fluía del amor por él o por los demás. Amaban su causa y amaban su nombre, pero el significado de lo que Jesús les dice es: «Has olvidado cómo amarme a mí y a aquellos a quienes los envié a alcanzar.»

La frase «primer amor» es interesante y me sugiere tres cosas: Inicialmente, él nos amó primero, incluso antes que supiéramos quién era él. En segundo lugar, tiene que ver con la calidad de nuestro amor para Jesús al principio de nuestra relación con él. Lo tercero tiene que ver con “otros.” ¿Cómo enfocamos las relaciones con otras personas? El énfasis es mayor si separamos las dos palabras con una coma: «Primero, amor». Cuando la gente fuera de la Iglesia nos observa, ¿ve el amor de Dios? ¿Siente que nos amamos unos a otros y que los amamos a ellos? Si preguntáramos a quienes no pertenecen a la Iglesia cuál es la misión de la Iglesia, ¿qué nos dirían? ¿Dirían que los cristianos practican un amor desinteresado y que aman a su prójimo?

El «primer amor», afecta las prioridades. ¿Es nuestro amor por él de máxima importancia y prioridad? ¿Lo ponemos a él en primer lugar? Jesús dijo: «Buscad primeramente el reino de Dios» (Mateo 6:33). David escribió: «Una cosa he demandado del Señor… habitar en la casa del Señor» (Salmo 27). ¿Deseamos estar en su presencia? Dios da la máxima prioridad al amor. De hecho, según 1 Juan 4, ¡Dios es amor! Y nos ama tanto que entregó a su único Hijo Jesús para que muriera en la Cruz en nuestro lugar (por nuestros pecados), para rescatarnos de la prisión del pecado y de la muerte (ver Juan 3:16-7). Según Romanos 5, nos amó cuando aún éramos pecadores. Cuando no teníamos nada que ofrecerle, él lo dio todo por nosotros. Juan dice que: «Él nos amó primero».

Cómo nos ama  

El precioso pasaje de Pablo en 1 Corintios 13 ofrece una imagen del amor: la manera en que nos ama Dios y cómo debemos amarnos los unos a los otros.

El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 8El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.” (1 Corintios 13: 4-8)

Sabemos que «ágape» es la palabra en el griego original del Nuevo Testamento para este tipo de amor. Es un amor desinteresado, eterno e inquebrantable. El ágape se encuentra y puede profundizarse sólo en la relación con Dios, que es amor. No podemos entrar en la plenitud del ágape unos con otros sin caminar en ágape con Dios.

Demasiadas relaciones matrimoniales se rompen porque uno o ambos cónyuges han dejado de amarse, porque han dejado de amar a Dios. Muchas iglesias se desintegran porque muchos de sus miembros han dejado su primer amor para el Señor y pierden el amor mutuo. Demasiados cristianos se niegan a compartir el amor y el mensaje de Cristo con los no creyentes porque han perdido el amor por Jesús y su mensaje. Hoy, Dios nos llama a volver a él para restaurar nuestro amor unos a otros.

Dios no es solo el creador del universo, también es quien lo sostiene. Este no se mantendrá unificado sin él. Nada que intente alejarse de él puede permanecer, porque Dios sostiene la vida que sale de él. De la misma manera, las relaciones humanas no pueden prosperar sin ser sostenidas en una relación ágape con él. Este principio afecta también a las naciones. No hay paz entre los pueblos si no hay paz con Dios. El amor de Dios y a Dios mantiene unida a la creación. Si hay amor hay vida; si no, hay muerte.

Por lo tanto, el primero de los Diez Mandamientos es que debemos amar al Señor nuestro Dios.

¿Y cómo le amamos? Según Deuteronomio 6 

  • Con todo tu corazón (espíritu)
  • Con toda tu alma (mente)
  • Con todas tus fuerzas (cuerpo)

Y le amamos, no porque estemos obligados, sino porque tenemos su amor en nosotros. Hemos sido llamados a amarle, y a amarnos unos a otros, como Él nos ha amado (Juan 15).

Amor renovado

El profeta Jeremías fue enviado por Dios para exhortar a Israel a recordar su palabra, a arrepentirse y andar en sus caminos. En Jeremías 2, el Señor dice a Israel: “Me he acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu desposorio.” Pero entonces Dios les hace preguntas muy sobrias: “¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se hicieron vanos (y se volvieron a ídolos)?

Un ídolo es cualquier cosa que se interpone entre una persona y su relación con Dios. Es como una fortaleza en su mente que se apodera de la atención, afecto, tiempo y recursos. No es sólo una estatua de piedra o una imagen de madera o un becerro de oro. A veces es algo que parece bueno, pero es un ídolo si lo aleja de su caminar con Dios. Dios aborrece la idolatría… no sólo le es una afrenta, sino que nos separa de la fuente de nuestra vida. La idolatría nos saca del camino que lleva a la vida y nos pone en un camino que lleva a la muerte.

El Salmo 24 dice que no podemos subir al monte de Jehová y disfrutar de la vida que él nos da si estamos exaltando a ídolos con nuestra manera de vivir. Cualquier cosa que se pone por encima de él, dañará su relación con Dios y cortará el fluir de su vida. En lo natural es semejante a tener las arterias obstruidas.

Dios también nos llama a amarle con el mismo amor que teníamos en nuestra juventud. El amor juvenil es alegre, entusiasta, espontáneo, fresco y sincero. Un niño nunca se cansa de oír que le quieren o de expresar su amor. Los recién casados en un matrimonio sano no tienen que ser forzados a mostrar bondad y afecto el uno por el otro. Pero Jeremías está hablando a Israel y, por extensión, a la Iglesia, de cómo hemos abandonado nuestro primer amor.

Cuando amaneció esta mañana, Dios estaba ahí, en cada rayo de sol, diciéndole que le ama. ¿Le ha dicho últimamente cuánto le ama usted? Recuerda cuando cantábamos espontáneamente alabanzas al Señor. ¿Lo hacemos todavía?

Nunca olvidemos su amor por nosotros, y cuando lo recordemos, seremos refrescados en él. Volvamos a él y hagamos las «primeras obras» como Jesús dijo a los Efesios. ¿Cuáles son las primeras obras? ¿Cuáles son las prioridades? ¿Qué hicimos al principio, cuando supimos que Él nos amaba?

  • Ame, confíe y obedezca.
  • Aliméntese de su palabra (manténgase en comunión con el Autor).
  • Llénese de su Espíritu.
  • Exprese agradecimiento y alabanza.
  • Ore sin cesar.
  • De lo que ha recibido, de ahora gratuitamente.
  • Vaya y haga discípulos.
  • Amémonos unos a otros como él nos ama y relacionémonos como una familia espiritual

Nuestras buenas obras fluyen de su amor por nosotros y del nuestro por él. Caminar con Dios no es un trabajo pesado ni una obligación, sino una alegría. Realizar rituales, deberes religiosos y buenas obras aparte de una relación con él, produce cansancio, desesperación y muerte. Sería una tragedia ir por la vida ocupado haciendo cosas para Jesús, pero nunca conocerle ni ser conocido por Él.

Los ritmos de la gracia

Lo invitamos a nuestra Conferencia anual de Charles Simpson Ministries para líderes en Gatlinburg, Tennessee, del 9 al 11 de mayo de 2023. Nuestro tema este año es «Los Ritmos de la Gracia» tomado de Mateo 11, donde Jesús pregunta:

«¿Está cansado, fundido, harto de religión? Venga a mí, venga conmigo y recuperará su vida. Yo le enseñaré a descansar de verdad. Camine conmigo y trabaje conmigo: observe cómo lo hago yo. Aprenda los ritmos espontáneos de la gracia. No le impondré nada pesado ni inadecuado. Acompáñeme y aprenderá a vivir con libertad y agilidad» (Mateo 11:28-30, EL MENSAJE).

Pronto enviaremos información sobre la inscripción. Puede seguirnos en csmpublishing.org o a través de nuestra página de Facebook: Charles Simpson Ministries. También puede seguirnos en Twitter @CSMinPublishing y en nuestro canal de YouTube CSMPublishing.

Por favor, téngannos presentes en sus oraciones y en sus donaciones de este mes. Seguimos apoyando la obra misionera en los EE.UU. y en todo el mundo, así como los esfuerzos de socorro en lugares como Ucrania. Su amistad y generosidad son partes esenciales de este ministerio, y estamos muy agradecidos y lo amamos.

En Jesús,
Stephen Simpson

Presidente de Charles Simpson Ministries

Carta Pastoral febrero 2023

Stephen Simpson es el Editor de One-to-One Magazine y el Director de CSM Publishing. Además del ministerio editorial, Stephen fue el pastor principal de Covenant Church de Mobile, Alabama (2004-2013) y ha servido en capacidad de líder en iglesias y ministerios en Costa Rica, Florida, Mississippi, Texas y Michigan, y continúa viajando en el ministerio a través de América del Norte y en otras naciones.

Notas:

  1. Usado con permiso
  2. A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de Reina Valera 1960