Querido amigo en Cristo:

Este mes quiero hablar sobre los ojos; los nuestros, los ojos de los demás e incluso los ojos de Dios. Todos sabemos que los ojos son para ver, pero también hacen mucho más que eso que es de vital importancia.

Los ojos se comunican con nuestro cuerpo de muchas maneras y nos dan perspectiva, una sensación de seguridad o peligro, de afecto o rechazo. Nos dicen más de lo que nuestra conciencia a menudo registra. Tenemos en la familia un perro labrador muy inteligente. Los perros estudian a sus dueños y casi siempre están viendo los ojos de sus amos. Cuando yo miro en una dirección, mi perro generalmente también lo hace. Parece saber cuándo estoy alegre o no y responde de acuerdo a eso. Seguramente que toma en cuenta otros factores como la voz y el movimiento, pero continuamente me mira a los ojos. Él sabe si hablo en serio o si sólo estoy jugando con él. Sus ojos están bien enfocados.

Lo mismo sucede con otros animales y ciertamente con los seres humanos. Creo que todos conocemos la expresión que dice: «Los ojos son las ventanas del alma.» Expresamos más con nuestros ojos de lo que nos damos cuenta. Ya sea que lo sepamos o no, conscientemente o no, la gente lee nuestros ojos. Nuestros ojos proyectan luz, energía, estado de ánimo y otras cosas. ¿Le ha pasado a usted también que se queda mirando a alguien que está viendo en otra dirección o incluso conversando con alguien, y de repente se vuelve para mirarlo a usted? Es la respuesta a una energía invisible que venía de los ojos suyos. Sus ojos se comunicaron. Cuando los ojos se comunican, también dirigen.

Los ojos dan dirección

Una vez leí el consejo de un experimentado piloto de autos de carrera: «No mires la pared o chocarás con ésta;” el conductor explicaba que nuestros cuerpos siguen a nuestros ojos. “Cuando vuelves los ojos, tu cabeza gira y ajusta tu posición.” Hace poco conducía mi auto en Dallas, Texas, donde las pistas tienen muchos pasos en alto muy elevados. No me gustan las alturas, y mucho menos cuando voy conduciendo. Mientras subía por las pendientes, recordé el consejo del piloto de autos de carrera: «No mires a la pared». Así que me concentré en el carril que tenía por delante, no en lo que había a ambos lados de mi carril, o en la altura, y sentí paz; evitando así la fluctuación de dirección y la incertidumbre.

De manera que donde pongamos los ojos, inconscientemente nuestros cuerpos responderán. Así lo afirma la historia de Lot, el sobrino de Abraham. Génesis 13:10 dice: “Lot alzó los ojos y vio toda la llanura del Jordán” (cerca de Sodoma y Gomorra). Poco después en el versículo 12 dice: “…y fue instalando sus tiendas hasta Sodoma.”  Finalmente, Lot sufrió las consecuencias de lo que vieron sus ojos. Si continuamos mirando, el cuerpo seguirá a los ojos. La distracción es un peligro mortal.

Muchos accidentes graves y de muertes son el resultado de la distracción con los teléfonos celulares, o por ir comiendo o conversando mientras conduce, o pensando en sus problemas. Lot no está solo en este tema de la distracción. Recibo cartas de hombres en prisión que tenían un propósito que Dios les había dado, pero se distrajeron por alguna idea, pasión, persona seductora y sufrieron las consecuencias. A veces les llega a costar la vida.

Tengo un trastorno por déficit de atención: me distraigo fácilmente. Tengo que luchar contra la tendencia a distraerme incluso por problemas menores. Empiezo a hacer algo y luego pienso en otra cosa que hacer. ¡Para mí, enfocar mi mente es una lucha! Pido a Dios que este T.D.A. sea solo mental y no espiritual, aunque creo que muchos de nosotros sufrimos de alguna forma de «T.D.A. espiritual». Comenzamos a hacer la voluntad de Dios, luego pensamos en otra cosa. El enemigo siempre ofrece ese «algo más».

¡Vivimos en un mundo con muchas distracciones! Tenemos emisoras de sólo noticias las 24 horas; hay confusión política, cientos de canales de donde escoger y una cacofonía de sonidos. Las voces vienen de todas partes de nuestras vidas, sin mencionar la presión de muchas responsabilidades y demandas incesantes. «¡No tengo tiempo!» Es un estribillo familiar y permanecer enfocados es una lucha para todos. Y, si sale a comer a un restaurante, hay música fuerte para «ayudar su digestión».

Los ojos ayudan a mantener el equilibrio

El equilibrio es mejor cuando nuestros ojos están abiertos. Es bueno no cerrar los ojos cuando está en la ducha porque la vista da perspectiva y ayuda al equilibrio. Los accidentes de caídas en la ducha son una de las principales causas de muerte accidental.

Pero, si mantenemos los ojos abiertos en la vida, es más probable que evitemos el peligro y dar pasos en falso. Probablemente todos hemos sido testigos de una persona cruzando una calle mientras usaba su teléfono celular. Cuando los ojos están cerrados o estamos distraídos, no nos percatamos de los peligros que nos rodean. La vista da perspectiva y equilibrio.

Tener vista es una bendición, ¡pero saber dónde enfocarla es más importante! En Mateo 6:22, Jesús dijo: “La lámpara del cuerpo es el ojo. Así que, si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz.» Algunos traductores interpretan: «Un buen ojo o un ojo sano está lleno de luz». De cualquier manera, lo que vemos producirá un resultado.

En Mateo 4:4 Jesús dijo que “el hombre vivirá de toda palabra que sale de la boca de Dios.” Juan 6:60-71, dice que Jesús pronunció una palabra dura y “muchos de sus discípulos volvieron atrás. Jesús se volvió a los doce y les preguntó: “¿Quieren acaso irse ustedes también? Le respondió Simón Pedro: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios”. A pesar de que no lo entendían todo, sus verdaderos discípulos se concentraron en lo que Jesús decía. Nos ayudaría a nosotros seguir su ejemplo.

No permita que las cosas que no entiende lo hagan enfocarse en otra parte. “Conozcamos y persistamos en conocer al SEÑOR. Segura como el alba será su salida; vendrá a nosotros como la lluvia; como la lluvia tardía regará la tierra” (Oseas 6:3). Hay un viejo himno que dice: «We shall understand by and by” (Lo entenderemos mejor poco a poco – escrito por Charles Tindley). Mantenga su enfoque en Jesús y él le dará vida, fe y entendimiento.

Hay otro canto más reciente que dice «Abre mis ojos, oh Cristo, yo quiero verte» (escrito por Paul Baloche y grabado por Michael W. Smith). En Segunda Reyes 6:17-20, el Señor abrió los ojos del criado de Eliseo, y vio lo mismo que su señor, “que el monte estaba lleno de gente de a caballo y carros de fuego, alrededor de Eliseo.” Si ponemos la mirada en Dios, él nos abrirá los ojos para ver lo que no podíamos ver con los ojos naturales. Si queremos ver todo el panorama, debemos poner los ojos en Jesús. La imagen natural es incompleta y engañosa.

Hebreos 12:2 es igual de claro y directo: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” Debemos poner los ojos en él, pero él también tiene sus ojos puestos hacia nosotros.

Los ojos de Dios

Dios no es ciego, tiene ojos. 2 Crónicas 16:9 dice que “los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra y que busca a quienes tienen un corazón íntegro para con él.” Él busca en nuestros corazones (ver Jeremías 17:10). Dado que fuimos creados a su imagen, nosotros también tenemos ojos. ¡Ciertamente sus ojos ven infinitamente más que los nuestros! Vemos, pero él ve más profundo y más allá, y está buscando a una persona cuya motivación interna sea servirle.

El Salmo 32:8 dice «Él fijará sus ojos en nosotros y nos enseñará y hará entender». Por supuesto, todavía no podemos mirarlo a los ojos, pero podemos mirar hacia donde él mira. El Espíritu Santo está enfocado donde Dios está enfocado. Entonces, adonde el Espíritu Santo nos guía, ahí es donde Dios está mirando.

Un buen siervo mira a los ojos de su Señor y responde a la «dirección de sus ojos». Un siervo menos sensible necesita instrucción verbal. Un siervo rebelde es llevado de la mano. Es mucho mejor dejarse guiar por su ojo.

Uno de mis himnos evangélicos favoritos es: «His eye is son the sparrow” (Si él cuida de las aves – por Civilla Martin y Charles Gabriel). Este himno se basa en Mateo 6:26 y Mateo 10:29. Dios tiene puestos sus ojos en las aves del cielo y sabe la cantidad de cabellos en nuestras cabezas. Esto nos da una pista increíble sobre la agudeza de la visión de Dios.

Zacarías 2:8 declara que Israel es la «niña de sus ojos». El Señor dice que quien toque a Israel será saqueado. Debemos recordar lo que sucedió con Roma, Alemania y otras naciones que maltrataron la tierra y el pueblo de Israel. Deberíamos favorecer lo que Dios favorece. ¿Cuánto más considerará el Señor a «la niña de sus ojos» que a los gorriones?

Cuando Jesús vio y eligió a sus discípulos, vio en ellos más de lo que ven los ojos naturales. Natanael le preguntó a Jesús: “¿De dónde me conoces?” Jesús respondió: “cuando estabas debajo de la higuera, te vi”. ¡Natanael estaba asombrado! Jesús no sólo vio su apariencia, vio el corazón de Natanael porque Jesús había dicho: » ¡He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño!» (Juan 1:43-50). Los corazones abiertos y honestos son escasos, y Dios los busca.

Proverbios 4 es un capítulo maravilloso con muchas enseñanzas. El versículo 23 es el fundamento de todo lo demás, » Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él emana la vida.» Más adelante, en el versículo 25 dice directamente: “Miren tus ojos lo que es recto y diríjase tu vista a lo que está frente a ti.” El piloto de autos mencionado dijo lo mismo: «No mires la pared». Los ojos guían la cabeza y el cuerpo.

Mirando hacia adelante

El camino de Jesús es recto, no torcido (Mateo 7:14). Hebreos 12:12-13 habla de “enderezar los caminos torcidos, ¿Cómo hacemos eso? Mirando hacia adelante y no mirando a nuestro alrededor o hacia abajo. Recuerdo hace muchos años que mi amigo Ern Baxter que está con el Señor, contó la siguiente historia:

“Había un torneo para ciclistas y uno de los desafíos era pasar montado en la bicicleta sobre una tabla. Sólo un muchacho llegó sin salirse al otro extremo de la tabla. Cuando le preguntaron cómo lo había hecho, él dijo: «Los demás vieron hacia abajo o al volante, pero yo miré al final de la tabla».

Este muchacho alineó su mirada hacia adelante. Eso es lo que decía el piloto de autos de carrera, pero lo más importante, ¡es lo que nuestro Señor dice!

Mi oración para usted y para mí es que podamos cumplir el propósito de Dios manteniendo un corazón enfocado en él, mirando hacia adelante y avanzando en la dirección de nuestro llamado. No se distraiga con el ruido, lo que otros tienen que decir al respecto o las dificultades. Como dijo el apóstol Pablo: » He peleado la buena batalla, he acabado la carrera; he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7).

 Por favor recuérdenos en sus oraciones y con sus ofrendas. Tenemos mucho por delante en el ministerio y enfrentamos algunos desafíos financieros importantes. Nuestras oportunidades y necesidades ministeriales no se toman vacaciones y hemos tenido una temporada muy escasa en términos de ingresos para el ministerio. Su amistad y apoyo han significado mucho para nosotros, y significarán mucho para seguir adelante. ¡Gracias por estar con nosotros!

¡Lo mantendremos en nuestras oraciones mientras busca su voluntad y fortaleza en los próximos días!

Su hermano en Cristo,

Charles Simpson

PD Si esta carta es de bendición, compártala con otros y recuerde este ministerio en sus oraciones y con sus donaciones y sembremos juntos la semilla del Evangelio en todo el mundo. Nos enfrentamos a importantes oportunidades y oposición. ¡Gracias por apoyarnos! 

Tomado con permiso de la Pastoral Letter de septiembre de 2019

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de Reina Valera Actualizada 2015.

Charles Simpson es un autor, maestro bíblico y pastor conocido internacionalmente que desde 1955 ha ministrado en todo Estados Unidos y otras naciones. También es el escritor de la Carta Pastoral.

Face: ¿Tiene usted una buena vista? ¿Qué miran sus ojos naturales y a quién miran sus ojos espirituales?

Jes´sus el maestro, visión espiritual, vida cristiana, caminar cristiano, dirección de Dios