Querido amigo en Cristo:

Esta fecha especial me recuerda una historia real sobre un hombre llamado Henry. A mediados del siglo XIX, vivía con su esposa, Frances, y sus cinco hijos, en Cambridge, Massachusetts EE.UU. En 1861, la tragedia golpeó a esta familia, cuando un incendio accidental mató a Frances e hirió gravemente a Henry, quien había sido un aclamado profesor, escritor y poeta, pero de repente, en su gran desesperación, se vio incapaz de escribir.

Pero eso no es todo, la tragedia visitó a Henry una vez más en 1863, cuando su hijo adolescente, Charles, se alistó en el Ejército de la Unión, sin el permiso de Henry. La Guerra Civil Norteamericana estaba en su apogeo, y en noviembre, Charles resultó gravemente herido en la Batalla de Nueva Esperanza, Virginia. El frío extremo del invierno estaba en su punto más alto en Cambridge mientras Henry se preparaba para celebrar una Navidad sin alegría. Pero ¿qué había que festejar para él?

El mismo día de Navidad, Henry se sentó a escribir sus pensamientos e intentó expresar su angustia de la mejor manera que podía. Lo que salía de él era crudo y doloroso, pero, en esos momentos de dolor, tuvo un encuentro especial con Dios. El Espíritu Santo le dio revelación y esperanza, contra toda la evidencia circunstancial. Las palabras que Henry escribió, se convirtieron en una especie de salmo nuevo, que pasaba del dolor al gozo y la paz del Señor.

Más tarde, los pensamientos de Henry fueron publicados como un poema, y posteriormente fueron musicalizados. Con el tiempo, este salmo se convirtió en un estándar profundamente conmovedor que todavía se canta hoy (I Heard the Bells on Christmas Day).

Hoy escuché las campanas en Navidad 

Los viejos villancicos oí tocar,

Amargas y dulces sus palabras repetir:

De paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad.

Pensé que, como había llegado el día,

Los campanarios de toda la cristiandad

Se habrían unido a la inacabable canción

De paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad.

Y desconsolado agaché la cabeza:

«No hay paz en la tierra», dije,

«Porque el odio es violento y se burla de la canción

De paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad.”

Entonces repicaron las campanas más fuertes y sonaras:

“Dios no está muerto, ni duerme;

La injusticia fracasará, el derecho prevalecerá,

Con paz en la tierra entre hombres de buena voluntad.”

Hasta que, repicando, cantando, marchando, 

El mundo giró de la noche al día,

Una voz, un tañido, un canto sublime,

¡De paz en la tierra entre los hombres de buena voluntad!1

Henry Wadsworth Longfellow, 1863

Más de 150 años después, hay muchas personas en nuestros días que se preguntan: “¿Dónde está Dios? ¿Dónde está la paz? ¿Dónde está la esperanza?” Aquellos que solo miran las circunstancias verán que “el odio es violento y se burla de la canción”. Las celebraciones navideñas pueden parecer amargas para quienes han sufrido desilusión, pérdida o tragedia. Y, sin embargo, nos recuerdan que «Dios no está muerto, ni duerme».

Dios está trabajando en medio de medio de la oscuridad para revelar su luz maravillosa. La historia de nuestros días, aún no se ha escrito. Toda la gloria del propósito y la restauración de Dios para usted y para mí todavía están en el horizonte, como el sol esperando salir en un nuevo día. «La injusticia fracasará, el derecho prevalecerá», o como siempre decía mi abuelo Vernon Simpson, «¡Lo mejor está por venir!»

Antes de Navidad

 Más de 700 años antes de la primera Navidad, la palabra del Señor vino al profeta Isaías. Como sucediera en los tiempos de las guerras civiles en nuestros países, los días de Isaías en Israel, fueron muy difíciles. Las circunstancias eran turbulentas; la sociedad estaba fracturada; el panorama de restauración era sombrío. La rebelión contra Dios y sus caminos había traído una terrible opresión de los enemigos terrenales. La violencia y la anarquía eran la norma. La paz y la alegría se mostraban elusivas, si no imposibles de alcanzar.

Dios había encomendado a Isaías una tarea desafiante: profetizar juicio y restauración a Israel. La pieza central del plan de Dios y, por lo tanto, del mensaje de Isaías, era la promesa del Mesías que vendría; un Salvador que redimiría a Israel y traería salvación al mundo.

La tarea de Isaías es como la de Noé si hubiera intentado explicar por qué estaba construyendo una enorme arca en su patio, porque se acercaban lluvias torrenciales. Nunca nadie había visto lluvias o inundaciones. Pero Noé vio algo por el Espíritu y fue obediente en decirle a todos lo que había visto, aunque nadie más podía verlo. ¿Alguna vez ha visto o escuchado usted algo de Dios que nadie más haya visto o escuchado todavía?

Noé fue fiel y obediente y anunció lo que había escuchado. Isaías también fue fiel. ¡El Espíritu Santo le mostró a Jesús, de una manera más clara que los propios discípulos del Señor cuando caminaban con él! Este es el relato de lo que vio Isaías acerca del nacimiento, la vida y la misión de Jesús:

         “Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia, desde ahora y para siempre. El celo del SEÑOR de los Ejércitos hará esto.” (Isaías 9:6-7).

Un hijo nos es dado

 Jesús no fue solo un niño, él nació como el Hijo de su Padre Dios, listo para recibir y caminar en su condición de Hijo. Vino a revelar a su Padre, se deleitó haciendo la voluntad de su Padre, y solo hizo lo que agradaba al Padre (Juan 14; Hebreos 10; Juan 8). También nació para gobernar como rey.

Jesús nació como un bebé, pero no se quedó en el pesebre. La unción y la autoridad de Dios estaban sobre él, y creció en su llamado. Cuando era joven, Jesús se sometió al cuidado y la autoridad de sus padres terrenales y eso lo hizo crecer en el favor de Dios y de las personas que lo rodeaban.

Isaías profetizó que el gobierno del rey Jesús produciría paz y justicia. Todavía hoy, donde sea que su reino es recibido, la justicia, la paz y el gozo florecen en el Espíritu Santo. ¡Y, su reino está en constante crecimiento! Todavía hay muchos en oscuridad, pero su luz va de camino, e indudablemente les amanecerá como el sol.

Oh noche santa2

Cuando Jesús nació, el mundo estaba en cautiverio, o como dice la canción, «El mundo entero se estremece de esperanza en esta noche que le brinda un salvador.”

La tiranía y la maldad eran la norma entre las naciones. Había otras fuerzas que gobernaban entre las gentes. Todavía hay fuerzas en el mundo de hoy que resisten el reino de Jesús. Pero llegará el día en que “toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:10-11). “Y en su nombre toda opresión acabará.”

Hay tiempos en la vida en los que la justicia y la paz pueden parecer muy lejos. A veces ocurren acontecimientos que nos hacen preguntar si alguna vez esta promesa se hará realidad. Sí, la Navidad puede parecer penosa para quienes están afligidos o cansados, pero también puede ser un tiempo para sanar nuestro corazón y renovar nuestra esperanza, si le permitimos nacer en nuestras vidas; si recibimos a nuestro Rey con fe y alegría. “¡Oh, ven Señor Emanuel con nosotros!”

La misión como seguidores de Jesús es proclamar, de palabra y de hecho, que él ha venido, que vive y que todavía busca y salva a los perdidos. Escuché al pastor Curtis Forman decir que «el evangelismo es un mendigo diciéndole a otro mendigo dónde está el pan». Tenemos buenas noticias y estamos llamados a entregarlo fielmente a las generaciones que vienen.

¡Lo mejor está por venir!

 Recientemente, estaba almorzando con Alex Lincoln, un gran amigo y hermano que no solo logró grandes cosas en el campo del fútbol americano, sino que también ha sido instrumento fundamental para ayudar a los atletas y a los veteranos de guerra heridos en rehabilitación, entrenamiento y sanación. Estábamos conversando acerca la fidelidad de Dios en medio de la adversidad. Alex ha pasado por el fuego “calentado siete veces” y se ha encontrado con el Hijo de Dios caminando en el fuego con él (Daniel 3).

Mientras conversábamos, sentimos que el Espíritu Santo llevaba la conversación en dirección a la necesidad de una esperanza auténtica en este tiempo de la historia. En medio de grandes cismas generacionales que trastornan a nuestros países, nos sacudió percibir que una necesidad desesperada que trasciende a todas las generaciones en este momento es la necesidad de una esperanza inspirada por Dios.

De esa conversación surgió el tema de la Conferencia de Charles Simpson Ministries en Gatlinburg, Tennessee para 2020: “¡Lo mejor está por venir!” El Señor está diciendo a su pueblo que sus mejores días no son historia todavía. Alex será uno de nuestros conferencistas, junto con el pastor Larry Grainger y el pastor Gerard Montenegro. Anótelo en su calendario es del 12 al 14 de mayo.

En CSM nos enfocamos en alcanzar a la próxima generación, le pedimos que ore y considere una donación especial de fin de año para apoyarnos en el ministerio. Esto equivale a sembrar en un mensaje y una misión diseñados para llegar más allá de donde estamos en nuestra generación. La oración y el apoyo económico de nuestros lectores juegan un papel clave para seguir adelante y ver que la fidelidad de Dios se extienda a nuestros hijos y nietos (Salmo 119:89-90).

En el Espíritu vemos que aún está por suceder algo que tal vez no todos puedan ver en este momento. Ore para que Dios nos dé gracia y fuerza para declararlo con claridad y entregarlo a las personas que él quiere que alcancemos. Gracias por ser parte de esta misión.

¡Pedimos a Dios que usted y los suyos tengan una Feliz Navidad y un Feliz Año Nuevo!

En Jesús,

Stephen Simpson

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A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de Reina Valera Actualizada.  

STEPHEN SIMPSON es el Editor de One-to-One Magazine y el director de CSM Publishing. Además del ministerio de publicaciones, Stephen ha servido al liderazgo de iglesias y ministerios en Costa Rica, Florida, Mississippi, Texas y Michigan, además de haber sido el pastor principal de Covenant Church de Mobile, Alabama (2004-2013). Él continúa viajando en el ministerio a través de América del Norte y en otras naciones.

Notas del traductor

  1. No se encontró traducción en español – esta es la de este traductor
  2. O Holy Night – Wilkepedia: compuesto por Adolphe Adam en 1847 sobre el poema francés «Minuit, chrétiens» (Medianoche, cristianos) escrito por Placide Cappeau (1808-1877) – Versión en español https://www.youtube.com/watch?v=Aa7oTF88SwM

Tomado con permiso de Pastoral Letter, de diciembre de 2019