Mucha de esa falsa humildad no es más que un sustituto para la incredulidad y un deseo de evitar la responsabilidad de nuestro reinado. Yo no quiero reinar; yo quiero ir al cielo. Le digo que estamos viviendo en una hora en que mucha gente verá pronta respuesta a esta oración. Pienso que Dios va a empezar a limpiar su reino y va a sacar los cobardes, que sólo quieren ir al cielo. Les va a decir: ¡Así que quieres venir al cielo, pues ven!
En el Nuevo Testamento no hay nada que diga: prosigamos hacia el cielo. Siempre me asombra que todo el mundo quiere ir al cielo con Jesús, pero apenas tiene un fuerte resfriado, ya cree tener tuberculosis y enseguida llama al mejor médico; toma los mejores antibióticos … pero hombre, ¡si querías irte al cielo! ¡Esta es tu oportunidad!
Me pregunto por qué esta gente tan santa al fin hace tanto por quedarse. Son religiosos de iglesia. – «Yo me quiero ir». – «Bueno, vete». En lo que a mi respecta cuánto más rápido te vayas, mejor. Dios me despertó a las tres de la madrugada el otro día y me dió un esquema para un mensaje. «Qué es el Cristianismo». Uno de los puntos es crecer no subir. Pienso que Dios debe estar harto con el sentimentalismo ficticio manifestado en la mayoría de los creyentes en su deseo de ir al cielo. Uno de estos días habrá un éxodo masivo. «Si esto es lo que Uds. quieren, pues vengan! Yo aún tengo algunos allí, edificaré sobre ellos».
Lo importante no es lo que se predica sino, lo que se practica. Es muy lindo que digamos que somos reyes. Es más importante comenzar a actuar como uno. Comience a tomar autoridad, en el nivel demoníaco; comience a declarar el nombre de Jesús y a ubicarse en la vida real. Tome autoridad sobre la situación homosexual, pornográfica, drogas, etc. Entre en la batalla; comience a reinar y a gobernar. Haga que los legisladores sientan el impacto de sus oraciones como cuerpo.
Dios no nos ha dado el Espíritu Santo para hacer una exhibición emocional que aparentemente ha dejado de tener significado para muchos. El es Dios de equilibrio. Si quieres divertirte hazlo, pero éste es un tiempo para obrar.
El Espíritu Santo nos fue dado para que encontremos nuestro lugar en la estructura del gobierno y que tomemos autoridad sobre principados, poderes; para que gobernemos sobre la tierra, cambiemos la legislación no por peticiones sino por intercesión y oración como cuerpo hasta que la voluntad de Dios sea hecha sobre la tierra como se hace en el cielo.
Vayamos a Isaías 61:1 «El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro … «
En algunas traducciones encontrarán una nota marginal que dice que al leer Jesús este pasaje omitió «el día de la venganza del Dios nuestro», pués este día de venganza no sería hasta el fin. Sin embargo, esto se cumplió en la destrucción de Jerusalén. (Lucas 21 y 22). » … a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sión se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya». Isaías 42: 1 «He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma tiene contentamiento; he puesto sobre él mi Espíritu; El traerá justicia a las naciones».
Tenemos un concepto tan pequeño de lo que Dios puede hacer que no podemos ver con los ojos de Dios. «Id por todo el mundo y haced discípulos a las naciones». Siento que la proliferación de naciones en esta hora es un acto de la Providencia. Cada vez que las Naciones Unidas se reunen hay 10 o 12 nuevas naciones. Cuando yo era niño, nuestro orgullo de canadiense era que el sol nunca se ponía en el imperio Británico. «Gran Bretaña gobierna siempre», decíamos. Hoy Gran Bretaña apenas gobierna el Canal Inglés.
El bloque monolítico comunista se está desmembrando. El tercer mundo está surgiendo. Naciones están proliferando y Dios las está preparando nación por nación para que las podamos gobernar. Escoja una nación. Lo que yo he visto en Gran Bretaña me hace creer que si suficientes hombres tuviesen esta visión, nosotros podríamos sentarnos aquí y tomarlas.
¿Amó Dios de tal manera al mundo que dió a Su Hijo unigénito para que fuera un fracaso? No! Dios de tal manera amó al mundo que dió a su Hijo unigénito para que fuera rey y soberano. Pero si cree que esto se cumplirá mediante un acto poderoso de Dios, está equivocados. Se hará cuando Ud. y yo obedezcamos el mandato de la Gran Comisión.
Isaías 42:2, 3 y 4 «No gritará, ni alzará su voz, ni la hará oir en las calles. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pábilo que humeare; por medio de la verdad traerá justicia». Fíjese ahora en el versículo 4 y reciban una dosis de optimismo. «No se cansará ni desmayará, hasta que establezca en la tierra justicia; y las costas esperarán su ley».
Yo estoy con él y creo que Dios puede hacerlo a través suyo. No importan las apariencias, lo hará con gente como ustedes y yo. Nos fijamos tanto en nuestra humanidad que no nos fijamos en Su Palabra. Tenemos en Saulo de Tarso una ilustración de lo que Dios quiere hacer a través de nuestra mortalidad. No hablo de un grupo especial, sino de todo el pueblo de Dios. Cuando ese pequeño hombre, Saulo de Tarso, estaba caído bajo las piedras de Listra, estaba muerto. Yo creo que lo había matado a pedradas. Los discípulos están allí parados sin saber qué hacer, sugiriendo posiblemente la hora de su entierro. De pronto, las piedras comenzaron a moverse. Alguien dice: ¡Miren! Luego, se escuchan sonidos debajo de las piedras y de pronto una cabeza se asoma entre las piedras.
Alguien dijo: Llevémoslo a la ciudad, dice alguien. ¿Llevarlo? ¡Nada! El caminó hasta Listra!
Pablo escribe en la segunda epístola a los Corintios (2 Corintios 4: 11): «Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal».
No estoy hablando de un grupo especialmente glorificado, esto quiero dejarlo bien aclarado. No quiero que piensen esto por un solo momento. ¿Nos levantaremos y declararemos lo que Dios está diciendo o nos vamos a quedar llorando nuestra mortalidad? Es lo mejor que Dios tiene para nosotros y más vale que nos acostumbremos a ello. Si fuese de otra manera usted diría: Yo lo hice. Por eso Dios nos mantiene tal como somos, con todos los defectos físicos, para que nos asombremos cuando sucede.
La puerta del reino
Ahora el Rey declara los términos para poder entrar en Su gobierno.
«Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemos, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú naces, si no está Dios con él. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y de Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios». (Juan 3: 1-5).
El requisito individual para funcionar como delegado autorizado en este gobierno de Dios es entrar correctamente.
¿Saben dónde nos quedamos – en la así llamada Iglesia de Dios a través del mundo? – no nos quedamos en las doctrinas de la predestinación, libre albedrío, etc.; ¡nos quedamos en cómo se hizo la puerta!
En el día de Pentecostés cuando preguntaron ¿cómo entramos? Pedro dijo: -Hermano Juan, tú tocas el órgano; hermano Santiago encárgate de las luces y todos nosotros cantaremos con las cabezas inclinadas y los ojos cerrados –
Billy Graham – desde que esto es conocido no dudó en decirlo – utilizó por mucho tiempo «Tal como Soy» como himno de invitación en sus campañas. Pero deliberadamente dejó de usarlo porque estuvo de acuerdo que tiene implicaciones sentimentales y emocionales que obran más fuertemente que la voluntad.
Hay un libro que vale la pena que lo lean. Se llama «El sistema de invitación». Un grupo de evángelicos bien conocidos, cuyos nombres no he de mencionar, se juntaron para ver cómo es llevado un hombre a Cristo. Alguien dijo: Debe haber algo que mueva y motive a un hombre a hacer algo: -Levantar la mano o pasar al frente. Pedro diría: Mientras cada cabeza está inclinada, los ojos bien cerrados y el órgano toca música suave … ¿Quién dice arrepentíos y levanten la mano? ¿Quién dice que puedes ser salvo por levantar la mano o pasar al frente, al altar? En las iglesias del Nuevo Testamento no hay altar.
El escritor a los Hebreos dice: «Tenemos un altar del cual no tienen derecho de comer los que sirven al tabernáculo».
Hasta que no abandonemos los altares para otro tiempo, no podemos llegar al verdadero. El verdadero altar es el Cuerpo rociado con sangre de nuestro propiciatorio en la presencia de Dios. No tenemos un altar, lo único físico que Dios aprueba en la iglesia es una mesa con pan y vino. Yeso no es un altar. Un altar es un lugar donde se sacrifica. Nosotros tenemos una mesa de recordación.
¡Arrepentíos! Este es el consejo de Dios y El ordenó una manera para manifestar la validez de vuestro arrepentimiento. Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros … y recibireís el don del Espíritu Santo.
Pedro no dijo: -Bueno, tenemos que ir despacio ahora. No podemos llevarlos tan alto. Primero les haremos pasar; en unas semanas les hablaremos del bautismo y después de esto les llevaremos aparte a una sala y les hablaremos del bautismo en el Espíritu Santo.
¡No! Pedro tomó una carga de dinamita, le prendió fuego y . . . ¡pum! Ese mismo día tres mil fueron añadidos. Y siguieron añadiéndose, todos por la misma puerta. Una vez que tengamos la puerta en su lugar todo lo demás seguirá. Cuando Dios comenzó a mostrarme estas cosas, mi primer reacción fue: Dios mío ¿funcionará esto?
En la congregación que pastoreo se ha hecho el llamado con música suave y hemos cantado «Tal como Soy» miles de veces. Sé como bajar el volumen de mi voz; sé como poner el tono patético.
Si tuviera que decir a un hombre que si él se arrepiente y lo bautizo, el saldrá del agua hablando en lenguas; ¡hombre eso es correr un riesgo! Pero saben, la cosa sí funciona! Me encanta bautizar. Creo en ambos: inmersión y aspersión. Sumerjo al candidato y salpico al auditorio.
No hay un solo texto que respalde el levantar la mano o pasar al frente. El Nuevo Testamento está lleno del hecho que cuando uno se arrepiente y lo confiesa en el bautismo, uno pone el sello al contrato. Cuando Ud. sale del agua El pone su sello para el día de la redención.
Estuve enseñando esto en una congregación situada en una gran zona maderera. Había allí un hombre sentado bien atrás, saltando y no podía tenerse quieto. Después del mensaje vino corriendo y me dijo: «Hermano, sabe que en la industria maderera tienen un instrumento electrónico que pone el sello del dueño al tronco. Pega con tal fuerza que pasa a través del tronco y donde quiera que corte el tronco puede verse el sello transversalmente a la fibra».
«Ahora sé por qué estaba Ud. saltando. Tome a un hombre de Dios, córtelo por donde quiera y siempre encontrará Espíritu Santo».
Tito 3: 5 y 6 dice: «Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador».
Somos parte de una comunidad corporativa en la cual cada uno de los individuos que la componen traspusieron la puerta de la misma manera y llegaron a ser un pueblo lavado, limpiado y listo para funcionar.
Israel rechazó a su rey. Hechos 7:48 dice: «si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el profeta: El cielo es mi trono, y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me edificaréis? Dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo? ¿No hizo mi mano todas estas cosas?
¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; … » ¿Quién moraba en los profetas? el Espíritu Santo. Cuando Israel rechazó la Palabra de Dios ¿a quién rechazaron? al Espíritu Santo. ¿Quién es el agente de la Trinidad?, el Espíritu Santo.
» … como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; vosotros que recibistéis la ley por disposición de ángeles, y no la guardastéis».
«Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puesto los ojos en el cielo, vió la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios». Una persona así debiera ser preservada para la posteridad para que pueda contar lo que vió.
En los próximos versículos muere a pedradas. Una de las indicaciones de madurez es tener en la filosofía de la vida cristiana la posibilidad de martirio. La posibilidad de que lo maten, la posibilidad de que lo traicionen o lo abandonen.
Si hay un Demas que lo abandona y un Judas que le da el beso de la traición en su mejilla y esto lo hace flaquear o maldecir a Dios, entonces desde un principio Ud. nunca comprendió lo que es ser propiedad de Jesucristo: Cuerpo, alma y espíritu. Tampoco supo que El tiene el derecho de hacer lo que quiera con Ud. hasta hacerle cortar la cabeza: para su gloria; es parte de las condiciones del contrato y Ud. debió haberlo leído.
Romanos 11 nos dice que no nos durmamos sobre nuestros laureles.
Mateo 21:43 «Por tanto os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que produzca los frutos de él». ¿Cuáles son los frutos del reino? Mejor es que lo averigüemos. Como pueblo que hemos de llevar la autoridad del Señor debemos producir frutos del reino.
«Y el que cayere sobre esta piedra será quebrantado; y sobre quien ella cayere, le desmenuzará. Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y los fariseos entendieron que hablaba de ellos». El no estaba hablando al gobernador romano, estaba hablando con los hombres religiosos que profesaban representar a Jehová. Y ellos lo sabían. El les dijo, por vuestra desobediencia y apostasía el gobierno que les había dado para que lo ejercieren sobre la tierra, les ha sido quitado y entregado a un pueblo que producirá los frutos del reino.
Un pastor de una gran congregación, amigo mío, tuvo un sueño en el que vió una mano recorriendo a su congregación y separando a su gente. Podía verlos y reconocerlos por nombre. Algunos de los eliminados eran sus defensores fieles, aún cuando nunca se habían comprometido espiritualmente. Dijo que se despertó muy agitado.
Había en su congregación un carpintero; hombre sencillo de orígen escandinavo quien fue a él y le dijo: «Pastor, tuve una visión muy extraña. Vi una mano recorriendo la congregación y vi a la gente … «.
El pastor al escuchar esto tuvo escalofríos. Le dijo: «Estaría bien si le pregunto por los nombres de las personas?» Este carpintero dió la lista de nombres igual a la que el pastor había visto. No son todos israelitas los que son de Israel. No son todos cristianos los que son del Cristianismo. Dios va a eliminar del Reino todas aquellas cosas que hacen tropezar, que causan ofensa, y evitan que el reino continúe con su empresa de producir el fruto del reino.
Nuestro mensaje del evangelio es el evangelio del gobierno de Dios y todo hombre que se niegue a venir bajo el señorío de Cristo está descalificado, no por mí sino por la Palabra de Dios.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, . . . El es el Rey de Reyes y Señor de Señores.