Querido amigo en Cristo:

Desayunaba recientemente con mis buenos amigos Ronnie Head y el pastor Terry Ragsdale de Grand Bay Community Church, en Grand Bay, Alabama. Ron es el fundador de la empresa Head’s Heating and Air Conditioning y es considerado un experto en calefacción y aire acondicionado en nuestra parte del mundo. En Theodore, Alabama, hay un lugar favorito para desayunar llamado «Hora de comer;» esa gente sí sabe cómo despertarse por las mañanas.

Entre platos de huevos fritos, crema de maíz, deliciosas salchichas y humeantes tazas de café caliente, Ron nos contó la historia de un amigo suyo de Georgia que trabajaba por cuenta propia y era experto en reparar motores diésel.

Este hombre conocía los motores por dentro y por fuera; sabía construirlos y podía arreglar cualquier problema. De hecho, un fabricante de motores diésel líder mundial en su campo, recurría a menudo a este hombre para resolver problemas con sus propios equipos.

Cuando le preguntamos por qué esta empresa le pedía consejo a él en lugar de a sus propios especialistas, él respondió: «La mayoría de ellos son tan buenos que creen que lo saben todo, y cuando se encuentran con un problema, son demasiado orgullosos para buscar la solución en el manual de reparación. Cuando yo tengo un problema, no me avergüenzo de buscar las respuestas en el Libro. Después de que Ron me contara esa historia, dije: «Este es tema para un buen sermón». Así que, aquí vamos.

Consultando el manual

¿Qué pasaría si la Iglesia perdiera la Biblia? ¿Y si la iglesia institucional siguiera funcionando sin consultar ni conocer la Palabra de Dios? Todavía sería profesional en cuanto a ciertas reglas y rituales. Podría vestirse con elegantes túnicas, contar con buenos oradores y sensacionales intérpretes musicales. Podría tener el más moderno sistema de sonido y un espectacular juego de luces, bancas acolchonadas y un estacionamiento conveniente. Pero, sin la Palabra de Dios, ¿sería realmente la Iglesia, o sólo una forma religiosa?

¿Será posible que una institución de este tipo se desvíe de su propósito o visión original? Si alguien construyera una casa sin consultar los planos, ¿cree usted que la casa resistiría las tormentas?

Las Escrituras y la historia revelan la triste respuesta a esa pregunta. La Biblia, una carta de amor del Creador a su creación, es también el manual de una vida fiel. Es una brújula confiable que nos mantiene en el buen camino y nos hace regresar cuando nos desviamos. Quienes se olviden de ella y no se cuiden de ser agradecidos, acabarán atrapados en un pantano tenebroso.

El escritor del Salmo 119 comprendió el poder avivador, salvador y transformador de la Palabra de Dios.

97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, porque siempre están conmigo. 99 Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. 100 Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; 101 De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. 102 No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. 103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. 104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. 105 Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. (Salmo 119:97-105).

En Jesús tenemos la Palabra Viva. (Mateo 5:17; Juan 1). Él completa y esclarece todo su significado, nos capacita por el Espíritu Santo para caminar en ella, y muestra misericordia cuando no damos en el blanco. En su amor, nos convence de pecado, nos llama al arrepentimiento y nos devuelve al camino correcto. Nos lava, nos renueva en su Espíritu, y abre nuestros ojos, oídos, corazones y mentes a lo que él está diciendo.

De nuevo el Salmo 119 revela esta clave vital para la vida: «En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.« (Salmo 119:11).

La Biblia es una parte importante del proceso de limpieza y renovación de Dios. El apóstol Pablo dijo a la Iglesia de Éfeso que Cristo la ama y se dio a sí mismo por ella «para santificarla y purificarla en el lavamiento del agua por la palabra, para presentársela a sí mismo como una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha» (Efesios 5:26).

Perdiendo La Palabra
Recuerdo que mi abuelo Simpson, quien fue misionero y pastor por más de 60 años, solía decir que cuando leemos la Biblia, ella nos está leyendo a nosotros. También solía decir que nosotros somos la Biblia de nuestro prójimo; y aunque nunca tomen el libro, siempre nos están leyendo a nosotros. Que Dios me ayude a reflejarla fielmente y a vivir lo que dice su Palabra.

En 2 Reyes 22, leemos la asombrosa historia de un joven rey llamado Josías. Comenzó a reinar cuando sólo tenía ocho años, después de que su malvado padre, el rey Amón, fuera asesinado por sus propios siervos. Después, la gente del país mató a todos los conspiradores. El rey Manasés, padre de Amón, también había sido malvado e idólatra. Estas no son circunstancias ideales para que un niño de ocho años se convierta en rey.

Imagínenselo. La Palabra de Dios había sido abandonada y extraviada dentro de la Casa de Dios. Menos mal que nada parecido puede ocurrir en nuestros días, ¿o no es así? Volvamos a la historia… El rey Josías escuchaba atentamente mientras le leían las palabras del Libro. Fíjese en su respuesta:

11 Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. 12 Luego el rey dio orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey, diciendo: 13 Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito. (2 Reyes 22:11-13).

Josías rasgó sus vestiduras, señal de intenso dolor, cuando se dio cuenta de lo lejos que se había desviado la nación de la voluntad y los caminos de Dios. Fue la Palabra la que reveló su pecado y provocó un espíritu de reverencia y arrepentimiento ante Dios. Josías comprendió que debían tomarse medidas de inmediato para corregir décadas de comportamiento perverso. Por eso, sus consejeros buscaron a la profetisa Hulda. Ella confirmó la gravedad del pecado, el juicio venidero, pero también la salvación para el rey Josías:

19 …y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová20 Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta. (2 Reyes 22:19-20).

El rey Josías restauró el culto verdadero en Judá durante el resto de su vida, pero lamentablemente murió en batalla; su hijo, Joacaz, se convirtió en el siguiente rey. Éste no siguió los caminos del Señor ni de Josías y gobernó con maldad, al igual que el siguiente rey, su hermano Joacim. La calamidad cayó sobre Judá, tal como había profetizado Hulda. Rechazar la Palabra de Dios trae terribles consecuencias; sembrar la semilla de Su Palabra produce una cosecha de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. ¿Dónde están enfocados hoy sus ojos? ¿Dónde está invirtiendo usted su tiempo y sus recursos? ¿Qué tiene en su corazón?

Quizá algunos de nosotros necesitamos volver a la Palabra. Es posible que necesitemos una buena limpieza. Los últimos años han sido difíciles, dolorosos y confusos para muchos. Nuestros ojos pudieron haberse desviado, a veces, de la Palabra y de Jesús. Tal vez nuestras esperanzas se hayan desviado. Muchos están decepcionados y desilusionados, habiendo puesto su confianza en falsos profetas y en espejismos. La pérdida de la esperanza es devastadora y sin esperanza, no podemos hacer nada para empezar el día siguiente.

La Buena Noticia es que, aunque quitemos los ojos del Señor, Él nunca quita los suyos de nosotros. Incluso cuando nuestros corazones se desvían, Él nunca nos deja ni nos abandona. Él nos llama de regreso a la Palabra y a los caminos que conducen a la vida en lugar del camino a la muerte; a la esperanza, en lugar del camino a la desesperación; a la visión, en lugar del camino a la ceguera; a la claridad, en lugar del camino a la confusión; a la fortaleza, en lugar del camino a la debilidad; a la alegría, en lugar del camino a la tristeza; a la sanidad, en lugar del camino a la destrucción.

Así que, métase en la Palabra y deje que ésta entre en usted. Comprométase a memorizar la Escritura, Ore las oraciones de la Escritura. Cante la Escritura. Declare la verdad de la Escritura. Permita que la Escritura y el Espíritu Santo lo instruyan en el discernimiento y la sabiduría. Pida al Señor a que le llene de Su Palabra y de Su Espíritu; y si todavía no tiene hambre de eso, pida al Señor que aumente su hambre. Por último, no se limite a escuchar la Palabra, sino póngala en práctica (vea Santiago 1:22-27).

Comparta su fe
Lo invito a orar por Charles Simpson Ministries este mes y durante el resto del 2023. Necesitamos la sabiduría y la provisión de Dios. Queremos ser fieles, no sólo en nuestras vidas, sino en la transmisión de la fe a las próximas generaciones. Queremos ver a nuestros hijos, naturales y espirituales, caminando en la Palabra, el Espíritu y los caminos de Dios… y equiparlos a su vez para alcanzar a otros hasta que Jesús regrese.

Seguimos ampliando nuestro contenido en línea en csmpublishing.org, así como en nuestro sitio web CSMPublishing YouTube. Por supuesto, puede seguirnos a través de nuestra página en Facebook Charles Simpson Ministries o en Twitter @CSMinPublishing. Siguiéndonos y compartiendo lo que recibe, nos ayuda a extender el alcance de la Palabra a las generaciones más jóvenes y a los grupos de personas no alcanzadas anteriormente en todo el mundo.

Como el Señor le guíe, considere junto con su oración, mandarnos una ofrenda monetaria especial para apoyar la obra de este ministerio. Seguiremos trabajando con ahínco para administrar nuestros recursos y ampliar nuestras oportunidades.

Gracias por su amistad y apoyo. Estamos orando por usted.

En Jesús,

Stephen Simpson

Presidente 

Carta Pastoral setiembre 2023

Usado con permiso de Ministirial Letter de setiembre- 2023

A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas son de Reina Valera de 1960

STEPHEN SIMPSON es Editor de One-to-One Magazine y Director de CSM Publishing. Además de su ministerio editorial, Stephen fue pastor principal de Covenant Church de Mobile, Alabama (2004-2013) y ha servido en la capacitación de líderes de iglesias y ministerios en Costa Rica, Florida, Mississippi, Texas y Michigan, y continúa viajando en el ministerio a través de América del Norte y en otras naciones.