Autor Derek Prince

«Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Aman … las emboscadas de ellos mismos … y se mataron los unos a los otros».2 Crónicas 20:22

Recientemente he pasado por experiencias personales que me han hecho más conciente, de lo esencial que es seguir alabando al Señor, aún en medio de las pruebas. El conflicto por el que pasaba era muy profundo y le pedí a Dios que me mostrara la salida y la solución de esos conflictos. Su respuesta fue hacerme ver la necesidad de mantener una vida de alabanza. Este tema de la alabanza será de beneficio, aunque lo que tenga que compartir no sea totalmente nuevo.

Adoración, alabanza, acción de gracias  

Hay tres conceptos en las Escrituras que están íntimamente relacionados entre sí y sin embargo son diferentes: la adoración, la alabanza y la acción de gracias. Estas tres palabras aparecen frcuentemente en la Biblia; de manera que son muy importantes. Comenzaré por darles algunos pensamientos claves para hacer la diferencia entre los tres.

Todas las palabras en las Escrituras relacionadas con «la adoración»describen primordialmente una actitud o postura del cuerpo. Todas ellas yasean del Antiguo Testamento hebreo o del Nuevo Testamento griego, describen una actitud física. Por lo tanto, yo pienso que debemos de comprender que la adoración es primordialmente una actitud.

Las tres posturas principales de adoración que se hablan en las Escrituras son las siguientes: inclinar la cabeza, inclinar la parte superior del cuerpo y postrarse de rostro sobre el suelo.

Cuando Moisés regresó de su ausencia de cuarenta años en el desierto y trajo las noticias a los ancianos de Israel que Dios estaba por liberarlos de la esclavitud de Egipto, las Escrituras dicen que ellos «Se inclinaron y adoraron … » (Exodo 4:31). Esa actitud física era un acto de adoración delante de la presencia de Dios.

Nuestros pensamientos sobre la adoración deben ser siempre en términos de una actitud – no solamente física, sino también espiritual. A menudo digo a Dios cuando estoy solo con El: «Señor, me inclino en mi espíritu delante de tí.»

La alabanza, por otra parte, es una expresión verbal. Todas las Escrituras demuestran que la alabanza debe de provenir de la boca. Hay personas que hablan de alabar al Señor en sus corazones. No tengo nada que decir en contra de eso, pero la Biblia jamás habla de ésta clase de alabanza. La Biblia insiste enfáticamente en que la alabanza debe de salir de nuestras bocas. Es una expresión verbal y esencialmente, alabamos a Dios por quién es El.

La acción de gracias, entonces, es la expresión de agradecimiento a Dios por lo que El ha hecho. Esta es una distinción muy sencilla. Alabamos a Dios por quien es; agradecemos a Dios por lo que El ha hecho. Por supuesto que esta distinción no es determinante. Es sólo una manera de mirar dos aspectos diferentes en una relación total.

Podemos decir entonces que en la adoración, la alabanza y la acción de gracias vemos respectivamente tres atributos de la naturaleza eterna de Dios. En la adoración, vemos la santidad de Dios. En la alabanza, vemos la grandeza de Dios. En la acción de gracias, vemos la bondad de Dios. Esta sí es una descripción bíblica de importancia.

Una figura bíblica de la adoración 

Quiero mostrarles una figura de la adoración y de la alabanza en el capítulo 6 de Isaías. Es el patrón eterno e incorruptible que el profeta describe en su visión. En ella ve «al Señor sentado sobre un trono alto y sublime y sus faldas llenaban el templo» (vs. 1). Allí están los serafines. La palabra serafín está directamente relacionada con un verbo hebreo que significa «quemar o arder». De manera que los serafines son esas criaturas ardientes que rodean el trono de Dios.

Para nuestra instrucción notemos la manera enque ellos adoran y alaban.

Por encima de El había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo Jehová de los ejércitos; toda la tie­ rra está llena de su gloria. (vss. 2-3).

Tenemos primero la figura de la adoración – la actitud. Dos alas cubren el rostro inclinado en la presencia del Dios Todopoderoso; dos alas cubren los pies; y las otras dos alas restantes eran usadas para volar. El rostro y los pies cubiertos son la actitud de la adoración; la acción de «volar» es el servicio ofrecido. Note el orden y la proporción. La adoración viene antes del servicio y es doblemente más importante que éste. Cuatro alas son usadas para la adoración; únicamente dos alas para volar.

Esto coincide con la respuesta que Jesús le dió a Satanás en el desierto cuando éste le tentaba. Satanás le mostró a Jesús todos los reinos del mundo y su gloria y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Note, la actitud que demandaba de Jesús – postrarse delante de él.

Permítame comentar aquí sobre el cuidado temeroso que debemos de tener con respecto a cualquier otra persona que no sea Dios. A veces la actitud de algunas personas que siguen a cantantes populares confieren un cierto tipo de adoración a un ser humano que pertenece únicamente a Dios. Esto es terriblemente peligroso porque el objeto de adoración toma con trol sobre su persona. Mientras más adore al verdadero Dios, más control ejercerá El sobre usted. Pero si desvía esta adoración en otra dirección, la cosa que usted adore comenzará a con trolarlo.

Jesús rehusó el ofrecimiento de Satanás y dijo citando Deuteronomio: «Escrito está, al Señor tu Dios adorarás y sólo a El servirás» (Mateo 4: 10). Note el orden otra vez. Antes de servir debes de adorar. Yo creo que habría una gran diferencia en nuestra experiencia si jamás le ofreciéramos a Dios nuestro servicio sin antes adorarle. Creo que nuestro servicio sería diferente. Haríamos las cosas mejor y algunas ni siquiera las haríamos, si primero adorásemos a Dios.

La alabanza apropiada   

El Salmo 41: 8 dice: «Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios en su monte santo.» Dios es grande y por ésta razón es digno de ser alabado. Como ya dijimos la alabanza exalta a Dios por Su grandeza. Debe ser alabado en proporción a Su grandeza. La alabanza en nuestra respuesta a la grandeza de Dios.

La Biblia está llena de exhortaciones para alabar a Dios. Podríamos preguntarnos ¿por qué parece que Dios está siempre demandando alabanza? Realmente que Dios no demanda que le alabemos. Más bien, nos está dando el privilegio de alabarle porque esta la única manera de responder a Su grandeza.

Hay siete cosas que debemos de saber con respecto a la alabanza. Tocaremos cada una de ellas sin entrar en muchos detalles. Nuestro interés es ofrecerle un vistazo general de todo lo que la alabanza es.

La alabanza: el domicilio de Dios   

La alabanza es donde Dios vive. Si se quiere estar donde El vive, es, necesario ofrecerle alabanza. El Salmo 22:3 dice: «Pero Tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel».

La palabra hebrea que significa «habitar en un lugar» es la misma palabra que significa «sentarse». Asentarse en algún lado es «vivir» allí. Un asentamiento – un lugar donde se sienta – es un lugar donde se vive. Debemos de incluir este pensamiento para poder recibir el impacto completo de este versículo. La traducción sueca de la Biblia lo dice de la siguiente manera: «Tu eres santo; y estás entronado en las alabanzas de Israel.»

La alabanza es el trono de Dios. Nuestra alabanza no lo hace Rey porque El es Rey de todas maneras, lo adoremos o no. Pero cuando le alabamos, le ofrecemos Su trono. Lo hacemos sentir bienvenido. Reconocemos Su soberanía. La alabanza es la habitación de Dios y es Su trono.

El camino a su presencia  

El Salmo 100:4-5 nos dice: 

Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su nombre.

Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Note la relación que existe entre la alabanza y la acción de gracias. El versículo 5 nos da tres razones por las cuales debemos de alabarle. El Señor es bueno, Su misericordia es para siempre, y Su verdad, por todas las generaciones. Cada una de estas declaraciones es siempre verdad, por lo tanto no existe situación alguna en la cual no sea apropiado alabar a Dios. La alabanza no depende de nuestra situación visible, nuestras circunstancias, o sentimientos. Está basada en tres factores eternos e inmutables: Dios es bueno; Su misericordia es para siempre; y Su verdad por todas las generaciones. Esto permanece no importa lo que suceda y el que desea entrar en la presencia de Dios tiene que pasar por esa puerta. No hay otra.

Isaías 60: 1 8 nos da una descripción preciosa dela habitación de Dios y de Su pueblo.

Nunca más se oirá en tu tierra violencia, destrucción de quebrantamiento en tu territorio, sino que a tus muros llamarás Salvación y a tus puertas Alabanza.

Así que Dios vive en una ciudad rodeada de un muro que se llama Salvación y las Escrituras enfatizan claramente en muchos lugares que la única entrada, no hay otra, a través de ese muro es por la puerta que se llama Alabanza. En otras palabras, si no hay alabanzas no hay acceso a la presencia de Dios y al lugar donde habita Su pueblo.

La alabanza y la bendición de Dios  

El tercer punto la alabanza es la razón de Dios para bendecirnos. El Salmo 106:47 dice lo siguiente:

Sálvanos, Jehová Dios nuestro, y recógenos de entre las naciones, para que alabemos tu santo nombre, para quenos gloriemos en tus alabanzas.

Dios nos salva para que tengamos comunión con El y unos con los otros. Nuestra respuesta es que alabemos Su nombre y nos gloriemos en sus alabanzas.

Esta es la gloria del triunfo. Hay victoria cuando ganamos la batalla; la gloria es la celebración triunfal de la victoria que ha sido ganada ya. En 2 Corintios 2: 14 Pablo dice: «Gracias a Dios, quien siempre nos lleva en su triunfo en Cristo». Dios no solamente quiere que obtengamos la victoria – también quiere que la celebremos. El quiere compartir con nosotros el triunfo en Su alabanza.

La siguiente escritura sobre este tema describe la experiencia de David que había pasado a través de un período largo y oscuro en su vida. Estoy seguro que muchos podemos identificarnos con él.

Has cambiado mi lamento en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.

Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre. (Sálmo 30: 11-12).

Pedro, en el día de pentecostés, cita el Salmo 16: 9 de la siguiente manera: «Por lo cual mi corazón sé alegró y mi lengua se llenó de regocijo». La lengua es para la gloria de Dios. David dice:

«Cantaré a ti, gloria mía, y no estaré callado». ¿Cuál es el propósito primordial de su lengua? Elde alabarle. La lengua es sobre todos los otros miembros del cuerpo; la más indicada para alabar y glorificar a Dios.

Recuerde pues, que Dios le bendice, le salva, le quita su lamento y su tristeza para que usted le alabe y no esté callado.

La alabanza: nuestra vestidura espiritual  

Veamos ahora un cuarto aspecto de la alabanza.

La alabanza es una vestidura del espíritu. Es parte de nuestra ropa espiritual. Isaías 61: 3 habla de la venida del Mesías y de lo que el hará. «A ordenar que a los afligidos de Sión se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado.»

Al espíritu angustiado le conocemos comúnmente como depresión. Muchos me han oído testificar que por muchos años en mi ministerio tuve que batallar contra la depresión. Un día Dios me dió estas palabras «el manto de alegría (alabanza) en lugar del espíritu angustiado». Me mostró que mi problema era un espíritu maligno – el espíritu de angustia. Después de haber sido liberado el Señor me mostró como mantener mí libertad – vistiéndome el manto de la alabanza. Cuando se lleva el manto de la alabanza, el espíritu angustiado tiene que encontrar alguna otra persona, porque usted le aflige más que él a usted.

El Salmo 33: 1 dice: «Alegraos, o justos, en Jehová; en los íntegros es hermosa la alabanza». De manera que el manto de la alabanza es hermoso.

La salvación y la alabanza  

El punto cinco: la alabanza es un medio deliberación. El Salmo 50:23 dice lo siguiente:

El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le mostraré la salvación de Dios.

Creo que sería legítimo, aunque un poco libre, traducir este versículo de la siguiente manera: «El que sacrifica alabanza me honra y prepara un camino para mostrarle mi salvación». Cuando alabamos a Dios abrimos un camino para que El intervenga sobrenaturalmente a favor nuestro. Hay muchos ejemplos en las Escrituras donde la intervención de Dios ha sido la consecuencia de la alabanza.

Miremos un ejemplo bien conocido en 2 Crónicas 20:21-22. Una fuerza extranjera había invadido a Judá, y el rey Josafat sabía que no tenía los suficientes recursos militares para enfrentarse a este ejército. De manera que recurrió a las armas espirituales. Antes de marchar a la batalla de acuerdo a las instrucciones de Dios, esto es lo que hicieron:

Y habido consejo con el pueblo, puso algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornatos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen: Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.

Como muchas personas lo han dicho, esa es una estrategia militar bastante extraña. En vez de enviar tanques de primero, enviaron al coro para alabar a Dios. Aparenta ser una locura, pero tenían una ventaja: les dió resultado. Ahora vean lo que sucedió cuando comenzaron a alabar a Dios.

Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del Monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.

Cuando el pueblo de Dios le alabó, El intervino y se encargó de sus enemigos.

Veamos otro ejemplo en la historia de Jonás.

Todos estamos familiarizados con la historia de como Jonás desobedeció a Dios, cada paso que dió fue hacia abajo. El vivía en las montañas y descendió a Jope. De ahí bajó al embarcadero y del embarcadero al interior de la nave. De la nave fue echado al mar y del mar pasó al vientre del pez. Que eso sea una advertencia para todos nosotros: cuando un hombre da la espalda a Dios, todos los pasos que dé de allí en adelante serán pasos de descenso.

Jonás está en el vientre del pez y en el segundo capítulo de su historia encontramos esta oración. (Yo diría que su condición era suficiente motivación para orar con fervor). De todas maneras, veamos cómo oró en los primeros siete versículos y todavía seguía dentro del pez. Pero en el versículo 9, comienza a alabar a Dios: «Mas yo con voz de alabanza te ofreceré sacrificios; pagaré lo que prometí.» El siguiente versículo dice: «Y mandó Jehová al pez y vomitó a Jonás en tierra.» ¿ Qué fue lo que motivó la intervención de Dios? La alabanza.

En el Nuevo Testamento en Hechos 16, Pablo y Silas están en la cárcel. Es media noche y habían sido azotados con varas. Sus espaldas están cubiertas de sangre. La seguridad es máxima con sus manos y sus pies dentro del cepo. Entonces algo extraño sucede: comienzan a orar y alabar a Dios.

El versículo 25 dice: «Pero como a media noche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos de alabanza a Dios, y los prisioneros les escuchaban (el griego dice: «Los prisioneros escuchaban atentamente». Jamás habían visto a alguien en prisión actuar de esa manera). Y de repente vino un gran terremoto … » Todas las puertas se abrieron ylas cadenas de todos se soltaron. ¿Qué provocó el terremoto? La alabanza. Cuando ellos alabaron, Dios intervino sobrenaturalmente. Este es un principio constante en las Escrituras. Si usted quiere la intervención sobrenatural de Dios a su favor en una situación díficil o imposible, la clave es la alabanza. Generalmente sucederá en un momento cuando menos sienta alabar a Dios en lo natural.

La alabanza: un arma espiritual  

La alabanza es también un arma espiritual. En el Salmo 8, versículo 2 David se dirige al Señor:

«De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer callar al enemigo y al vengativo». El enemigo y el vengativo es uno solo: Satanás. -¿Por qué necesitamos hacer callar a Satanás? ¿Qué es lo  que él hace todo el tiempo? El nos acusa delante del trono de Dios día y noche. Nunca cesa de hacerlo.

¿Por qué lo hace? Quiere hacemos sentir culpables porque mientras nos sintamos de esa manera, jamás le seremos estorbo.

¿De qué manera vamos a silenciarlo? David dice que hay una fortaleza que viene de la boca. J esús citó la misma escritura en Mateo: 21-16 de la siguiente manera: «De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza». David dijo: » … fundaste la fortaleza». Jesús, con la inspiración del Espíritu Santo, lo cambio para decir lo siguiente: » … te has preparado alabanza».

Eso significa que la alabanza es la fortaleza ordenada para el pueblo de Dios. Cuando le ofrecemos a Dios esta alabanza, en el ambiente en el cual nuestros ojos naturales no pueden penetrar, silenciamos a Satanás. Lo hacemos callar. Le quitamos su gran arma: la acusación.

No es de extrañar que el diablo no quiera que alabe a Dios – sabe lo que le sucederá si usted lo hace. Tampoco es de extrañarse que la alabanza sea una lucha. Hay una barrera de sonido díficil de romper. Pero cuando se penetra, se comienza a tratar con la verdadera fuente de los problemas en los lugares celestiales.

Veamos otra cita bíblica en el Salmo 149. Regocíjense los santos por su gloria, y canten aún sobre sus camas.

Exalten a Dios con sus gargantas, y espadas de dos filos en sus manos, para ejecutar venganza entre las naciones, y castigo entre los pueblos; para aprisionar sus reyes con grillos, y a sus nobles con cadenas de hierro. (vss. 5-8).

Esto se refiere a las invisibles fuerzas satánica que habitan los lugares celestiales. Cuando ofrecemos alabanzas a Dios y las dirigimos a los lugarescelestiales, atamos las fuerzas satánicas que oprimen a la raza humana. Entonces viene la liberación

El sacrificio de la alabanza   

El último punto que deseo hacer es que la alabanza es un sacrificio; cuesta algo. Hay una escritura muy hermosa en Jeremías 33: 11 que describe lo que va a pasar en Israel después de su restauración. En lugar de la desolación y la miseria y el llanto, tendrán lo siguiente:

Ha de oirse aún voz de gozo y de alegría, voz de desposado y voz de desposada, voz de los que digan: Alabad a Jehová de los ejércitos, por que Jehová es bueno, porque para siempre es su misericordia; voz de los que traigan ofrendas de acción de gracias a la casa de Jehová.

El sacrificio que Dios quiere que traigamos a Su casa es la alabanza y la acción de gracias. Hebreos 13: 15-16 nos lo dice con toda claridad:

Así que, ofrezcamos continuamente mediante él, sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el fruto de labios que confiesan su nombre.

Es bueno alabar a Dios cuando se sienta feliz y todo marche bien; pero eso no es un sacrificio. Cuando todo anda mal, y usted todavía persiste en alabar a Dios, eso es sacrificio. Cuando no se tiene ganas cuesta alabar a Dios, pero es cuando más necesidad tenemos de hacerlo. Hay un crecimiento que viene cuando se niegan sus sentimientos y sus emociones y sus impulsos y lo que sus sentidos le digan y usted alaba a Dios por las tres razones: porque El es bueno; porque su misericordia es para siempre; porque su verdad es por todas las generaciones. Ninguna de éstas razones cambia jamás. Ahora es el tiempo de alabar a Dios.

No permita que su mente natural le diga: «No tengo nada de que alabar a Dios ahora. Todo anda mal.» Algo en nosotros tiene que morir: la vieja naturaleza que vive por sus sentidos – por lo que ve y siente. Ella no quiere morir tiene que ser sacrificada. Una manera de hacerlo es alabando a Dios aunque no sienta deseos de hacerlo, y seguirle alabando hasta que el deseo venga .. Comenzará haciéndolo por fe, pero el deseo de alabarle vendrá.

Algunas preguntas sobre la alabanza  

¿Cuándo debemos de alabar a Dios? Le daré dos respuestas.

Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre (Salmo 145: 2).

La respuesta es todos los días, eternamente y para siempre.

El Salmo 34 tiene esta pequeña explicación en el comienzo; «Salmo de David cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fué.» David había tenido que huir de su país y del rey Saúl que trataba de matarle. Había buscado refugio en la corte de un rey gentil llamado Abimelec y uno de los enemigos naturales de Israel. Como David era el principal guerrero de Israel su vida estaba en tremendo peligro. Por eso, para protegerse, tuvo que pretender estar loco. La Biblia dice que dejaba correr la saliva por su barba y escribía en las portadas de las puertas con sus uñas. Y el rey dijo: «¿Por qué lo habeís traído a mí? ¿A caso me faltan locos?» (1 Sam.2l: 13-15). Teniendo todo esto en mente, leamos el primer versículo del Salmo 34 para entender la reacción de David a ésa situación: «Bendeciré a Jehová en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en boca». Por eso era un hombre de Dios. Cuando todo andaba mal, en contra suya, y no había ninguna razón natural para alabar él decía: «Bendeciré a Jehová en todo tiempo. Su alabanza estará de continuo en mi boca».

Cómo alabar a Dios  

La segunda pregunta es ¿cómo alabar a Dios?

En el Salmo 111 David dice: «Alabaré a Jehová con todo el corazón». (vs.l). Creo que es dañino alabar a Dios a medias. A veces veo a las personas en los servicios de adoración que apenas si murmuran algunas palabras. Su pensamiento y su interés están en otro lugar. A veces lo que esperan es la predicación. Creo que es mejor no alabar a Dios del todo que alabarle de esa manera. En realidad es un insulto a Su majestad. Si no le podemos alabar con todo nuestro corazón, mejor no hacerlo del todo. El es digno de ser alabado con todo nuestro corazón de modo que pongamos de nuestra parte para hacerlo con integridad.

El Salmo 47: 7 dice: «Porque Dios es el Rey de toda la tierra; cantad con inteligencia.» La palabra hebrea traducida «inteligencia» significa: «algo que nos da sabiduría; algo que requiere destreza y talento». Cantar con inteligencia significa cantar con destreza y talento.

¿Cuán a menudo le ofrecemos a Dios música mediocre? No practicamos. Sólo nos sentamos y comenzamos a tocar. Dios dice: «Quiero que me alabes con destreza» Si usted tiene habilidad musical, úsela. Las personas con habilidad musical debieran apreciar lo que tienen. Yo no puedo cantar ni tocar instrumentos. A veces siento celos de otras personas que sí pueden hacerlo. Soy como el profeta Eliseo que enviaba por un trobador cuando quería entrar en el Espíritu.

Si usted tiene una habilidad musical, se la debe a Dios. No le ofrezca algo de segunda categoría. Doy gracias a Dios por los músicos dedicados que dan todo lo que tienen para alabar a Dios de la mejor manera que sus habilidades se lo permiten. Eso le glorifica.

El Salmo 63:4 nos da otra manera para alabar a Dios: «Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos».

¿Por qué no levantarlas bien alto? ¿A caso alguien ha muerto? ¿Por qué subir la bandera a media asta? Si va a levantar las manos, mejor levántelas bien arriba. Hay personas que parecen tener un pequeño demonio religioso subido sobre sus hombros que les dice: «¿Qué va a decir la persona de atrás?» Olvídese de eso. ¿Qué es lo que Dios piensa? Eso es lo más importante. Dios dice: «Alabenme con sus manos en alto!»

La palabra que se usa en el hebreo para dar gracias está directamente relacionada con otra palabra para designar la mano. Es decir, dar gracias es una acción de las manos.

Ahora veamos el siguiente versículo 5 del Salmo 63:

Como de meollo y de grosura será saciada mi alma y con labios de júbilo te alabará mi boca. De manera que la boca, los labios y las manosson todos instrumentos de alabanza. La verdad es que todo el cuerpo es para alabar a Dios.

Veamos dos versículos más. El Salmo 149:3 yel Salmo 150:4.

Alaben su nombre con danza. Alabadle con pandero y danza.

Es bíblico alabar a Dios en la danza. Hay diferentes clases de danzas y yo he gustado de varias. Eso me recuerda del hombre que era muy mundano que andaba siempre en bares y clubes nocturnos. Dios le salvó y este era su testimonio.

«Jamás dejé de beber cuando Dios me salvó: sólo cambié la marca (significando el Espíritu Santo). Jamás dejé de danzar: sólo cambié de pista (significando la iglesia).»

La verdad es que ese es mi testimonio también.

Yo pasaba bailando por lo menos cinco noches a la semana. Algunos de ustedes encontrarán eso difícil de creer. Cuando fui convertido dejé de bailar por un tiempo. Decidí ser persona religiosa, respetable y hacer lo que todos hacían en la iglesia. Pero después de un tiempo descubrí que la danza es muy importante para alabar a Dios. La verdad es que esta danza fue lo que realmente me liberó.

Me encontraba en una iglesia en Chicago y el hermano Harry Greenwood estaba ahí procedente de Inglaterra. Harry es un hermano con mucha vida, estaba dirigiendo los cantos y yo estaba en la plataforma como uno de los líderes. De pronto sentí deseos de alabar al Señor. Es más sentí deseos de danzar. Pensé dentro de mí mismo: «¿Qué van a pensar todas estas personas?» Luego pensé: «¡Que importa! Que piensen lo que quieran.» De manera que comencé a danzar. Y mientras más danzaba mejor me sentía. Luego entré en calor y tuve que quitarme mi chaqueta pero seguí danzando. Miré a mi esposa sentada adelante con sus ojos queriendo decir algo. Miré hacia abajo y vi que mi camisa se estaba saliendo, pero seguí danzando. Dancé por tanto tiempo que alguien tuvo oportunidad de abandonar la iglesia, ir a su casa, tomar su cámara, regresar y tomarme una fotografía.

Usted se preguntará si eso me hizo algún bien.

La verdad es que sí. Probablemente hizo otras cosas, pero con toda seguridad me liberé del temor de la gente. Había decidido hacer lo que Dios quería, sin pensar en lo que la gente diría. Eso no significa que debemos de actuar de una manera indecorosa. Debemos de tener en cuenta siempre al hermano débil y a los incrédulos. Pablo dice:

«Hay muchas cosas que podría hacer, pero no las hago porque el amor de Cristo me domina.» (1 Cor. 6:12; 11 Croo 5:14, paráfrasis) También dice: «Si estamos locos, para gloria de Dios será. y si estamos cuerdos, para beneficio de ustedes lo estamos» (2 Cor. 5: 13). De manera que no estoy diciendo que tomemos nuestra libertad en cualquier parte y actuemos de manera indecorosa. Pero cuando Dios, el Espíritu Santo, le impulsa, obedézcale. Entrará a un nivel de adoración y de gozo como jamás lo halla conocido.

¿Quiénes deben alabar a Dios?   

El Salmo 148 da 29 diferentes categorías de criaturas y de personas que deben de alabar a Dios y estoy seguro que usted está incluído en alguna parte.

Pero por si acaso alguien creyese haber sido dejado fuera, el Salmo 150 dice: «Todo lo que respra alabe a Jehová». Para eso le fue dado su aliento. Para alabar a Dios.

¿Habrá alguien que no alabe al Señor? La respuesta es sí; Encontramos que en el Salmo 115: 1 7 dice que «los muertos no alabarán a Jehová». Así que si usted no alaba al Señor, ya conoce su problema. Usted murió y no se dió cuenta de ello. Si quiere volver a vivir, ¿qué tendrá que hacer?  ¡Alabar al Señor! ¡Aleluya!

Reproducido de la Revista Vino Nuevo Vol. 2 Nº 11- febrero, 1979