Querido amigo en Cristo:

Pido a Dios que todas sus bendiciones vengan a usted y los suyos. Este mes examinaremos una historia bíblica muy conocida, y algunas lecciones que pueden animarnos en esta temporada de tormentas desconocidas… desconocidas por nosotros, pero bien conocidas por Dios.

Muchas veces me he preguntado cómo encontrar una forma nueva de contar una historia que hemos escuchado tantas veces. ¿Qué haría Disney con la historia del Arca de Noé? Por supuesto, se tomaría algunas libertades con la narración y añadiría algunos personajes para construir un drama divertido pero innecesario.

La versión musical podría llamarse «Noé construye una súper arca.” Phil Collins y Celine Dion le pondrían la música que sería un gran éxito mundial. Morgan Freeman narraría el emocionante avance del animado espectáculo en tercera dimensión. Me imagino que sería algo así como: «De los productores de ‘Eliseo y los dos ositos’ llega el nuevo clásico de Disney, ‘La aventura arquetípica de Noé’. Un soñador… una paciente esposa… una tarea imposible… y una disparatada pero adorable tripulación de hijos con sus parejas y criaturas del bosque en un viaje que cambiará la historia del mundo e inspiraría a muchos a pasear en barco.”

Desde luego, cuando se trata de Noé y el arca, no se puede mejorar la historia original. Con frecuencia, vemos la historia de Noé a través de nublados lentes religiosos con los que estamos familiarizados. A veces nos cautivan más los increíbles acontecimientos que sucedieron, olvidando que la historia trata de personas y acontecimientos muy reales, y no nos identificamos con ellos en sus luchas.

Cuando leo las Escrituras, intento ponerme en el lugar de las personas de la historia y aprender algo de ellas. No hay nada en la Biblia que esté registrado por accidente. «Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra» (2 Timoteo 3:16-17).

Aparte de una historia verdaderamente épica y fascinante, ¿cuál es el beneficio de estudiar a Noé hoy en día? ¿Quiénes eran estas personas? ¿Sucedieron realmente estos acontecimientos? Sí, creo que la Biblia es verdadera y digna de confianza. También hay pruebas científicas del gran diluvio universal descrito en las Escrituras. Esto es lo que leemos en el Génesis sobre los extraordinarios acontecimientos que rodearon a Noé y al arca…

      “El Señor vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que todos los planes y pensamientos de su corazón eran siempre los de hacer sólo el mal. Y le pesó al Señor haber hecho al hombre en la tierra. Le dolió mucho en el corazón. Y dijo el Señor: «Borraré de la faz de la tierra al hombre que he creado, lo mismo que a las bestias, los reptiles y las aves del cielo. ¡Me pesa haberlos hecho!» Pero Noé halló gracia a los ojos del Señor. Noé era un hombre justo. En sus acciones fue perfecto, pues siempre anduvo con Dios… (Génesis 6:5-9).

Después de la caída de la humanidad en el Huerto del Edén, debido a la rebelión de Adán y Eva, sus descendientes se comportaron de forma tan perversa e ingrata, que el Señor se compadeció de la naturaleza en la que antes se deleitaba. Es imposible describir la tragedia y el dolor de esa afirmación. Y entonces, de repente, da una hermosa revelación: «Pero Noé halló gracia a los ojos del Señor.» ¡Gracias a Dios por Noé! Toda la creación pendía de un hilo, y un hombre que encontró el favor de Dios trajo la salvación a la humanidad, e incluso a los animales. La historia continúa:

 Entonces Dios le dijo a Noé: «He decidido acabar con todo ser, pues por causa de ellos la tierra está llena de violencia. ¡Yo los destruiré, junto con la tierra!  Hazte un arca de madera de gofer, con aposentos en ella, y recúbrela con brea por dentro y por fuera…  Yo voy a traer sobre la tierra un diluvio, y destruiré a todo ser bajo el cielo en que haya hálito de vida. ¡Todo lo que hay en la tierra morirá! Pero contigo estableceré mi pacto, y tú entrarás en el arca, y contigo tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos. De todos los seres vivos meterás en el arca dos de cada especie, un macho y una hembra, para que sobrevivan contigo. De las aves según su especie, de las bestias según su especie, y de todo reptil de la tierra según su especie, entrarán contigo dos de cada especie, para que sobrevivan.  Lleva contigo de todo aquello que se puede comer, y almacénalo, pues eso les servirá de alimento.»  Y Noé lo hizo así. Todo lo hizo conforme a lo que Dios le ordenó” (Génesis 6:13-14; 17-22).

Noé no se salvó por sus buenas intenciones, ni por hablar muy bonito, ni por pedir un deseo a una estrella fugaz, ni por silbar a lo Pepito Grillo. Noé hizo lo que Dios le ordenó. No sólo CREYÓ EN DIOS; también obedeció lo que el Señor le dijo. Observe aquí la conexión entre la fe y la obediencia; es decir, el nivel de nuestra obediencia a las directivas de Dios y la rapidez de nuestra respuesta son una buena medida de nuestra fe y que sabemos realmente quién es él.

En esta conversación, el Señor dijo a Noé muchas cosas que requerían una gran fe. A veces tropezamos cuando Dios nos dice algo como: «Comparte tu testimonio con el hombre del supermercado» u «ora con esa señora en la oficina”. Su conversación con Noé fue algo muy serio: “Debido a la gran maldad de la humanidad, voy a destruir con un terrible diluvio todo lo que ves a tu alrededor, todo lo que has conocido. Sí, lo sé, nunca has visto un diluvio. ¡Escucha con atención!»

La buena noticia, al menos para Noé y su familia, es que él había caminado en estrecha relación con Dios. Noé era justo y Dios fue bondadoso con él. Dios le dio instrucciones explícitas para que construyera el arca, un barco enorme de 137 metros de largo, y le dijo que materiales debía usar. Mucha gente ha dicho que «expertos construyeron el Titanic, y aficionados el arca». Uno se hundió y el otro no. Pero la verdad es que Noé simplemente llevó a cabo las instrucciones del mayor Diseñador de toda la eternidad.

Por supuesto, no podemos minimizar el hecho de que Noé pudo escuchar a Dios con claridad. La relación correcta que Noé tenía con Dios le dio claridad para escuchar y entender, y fue esto lo que produjo una acción justa. Cuanto más cercano sea nuestro caminar con el Señor, más capaces seremos de oír y entender su voz. Y cuanto más cerca estamos de él, más entendemos que debemos ser hacedores de su Palabra, no sólo oidores (ver Santiago 1:22).

Nuestra relación con Dios debe ser muy estrecha, porque Dios tiene muchas cosas que decirnos que nos sacarán de nuestra zona de comodidad natural. Si su corazón no está bien con el Señor, si su espíritu no es sensible para reconocer su voz, bien pudiera perderse o confundirse con lo que él está diciendo.

Dios dijo a Noé que construyera un barco en un lugar alejado del mar, que se preparara para un acontecimiento meteorológico que nunca había ocurrido antes, y que lo llenara de animales; no sólo de dulces perritos y gatitos, sino de todo tipo de animales gruñones, apestosos y que babean. Le dijo que reuniera comida suficiente para su familia y para todas las criaturas a bordo.

Fue la gracia de Dios la que hizo que Noé escuchara y obedeciera. Pero a pesar de que Dios fue bondadoso, Noé tuvo que trabajar. Dios es soberano, pero eso no significa que podamos ser pasivos ante su misión. Si Noé no hubiera obedecido, él y su familia no habrían sobrevivido, y no estaríamos hoy aquí para hablar de ello.

Se cree que Noé construyó el arca aproximadamente en el año 2500 a.C., pero en el Nuevo Testamento, tanto Jesús como Pedro hablan de Noé. El escritor de Hebreos habla de Noé en el capítulo 11, que algunos llaman el «Salón de la Fama del Cielo». ¿Por qué se menciona allí a Noé? Veamos.

“Ahora bien, tener fe es estar seguro de lo que se espera; es estar convencido de lo que no se ve.  Gracias a ella, nuestros antepasados fueron reconocidos y aprobados. Por la fe entendemos que Dios creó el universo por medio de su palabra, de modo que lo que ahora vemos fue hecho de lo que no se veía…  Sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe, y que sabe recompensar a quienes lo buscan.  Por la fe, con mucho temor Noé construyó el arca para salvar a su familia, cuando Dios le advirtió acerca de cosas que aún no se veían. Fue su fe la que condenó al mundo, y por ella fue hecho heredero de la justicia que viene por medio de la fe” (Hebreos 11:1-3;6-7)

El escritor de Hebreos dice que la fe es una sustancia (Reina Valera Antigua) … la demostración de las cosas que no se ven. Si nuestra confianza está en el Señor, entonces la fe se muestra a través de nuestra obediencia a su Palabra. Hebreos muestra formas prácticas en las que estos héroes actuaron con fe. En Hebreos 11:34, dice que sacaron fuerzas de flaqueza, llegaron a ser poderosos en batallas y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. En Hebreos 12, dice que Jesús comienza y perfecciona la fe en nosotros, nos da la gracia para correr y terminar la carrera y ganar el premio.

Entre las personas mencionadas en Hebreos 11, vemos a Noé que fue movido por la fe para construir el gran barco que lo salvó. La fe en sí misma es un arca; le llevará a través de temporadas en las que todavía no se puede ver o entender. Es un medio para la salvación, no sólo para usted, sino para aquellos que le rodean y que le escucharán cuando usted les hable, observarán la vida de usted y entrarán en la fe que usted ha recibido de Dios.

Noé fue movido «por temor reverente (SRVA)», una apreciación reverente, sobria y urgente de la voz del Señor. Noé se dispuesto a escuchar la voz de Dios y a obedecerla incluso antes de que Dios hablara. Estaba preparado para hacer lo que el Señor decía antes de que Dios lo dijera. ¿Cuánto mejor y más claro podríamos escuchar a Dios si nos acercáramos a él con esa clase de fe? Noé caminaría en la voluntad de Dios, sin importar lo que otros decían, lo que las circunstancias parecían ser o lo que era conveniente.

La fe de Noé fue rechazada por el mundo, pero le trajo la salvación a él y a su familia. La verdadera fe rara vez recibe el aplauso del mundo; al menos, no al principio. Sólo después cuando los frutos obvios de la fe sean vistos por el ojo natural, los críticos de mentalidad terrenal ofrecerán un aplauso tardío. No somos llamados a vivir según lo que el ojo natural puede ver, el oído natural puede oír, lo que la mente natural puede concebir, o incluso lo que la fuerza natural puede hacer. No estamos llamados a emular lo que el mundo promueve, a conformarnos con lo que el mundo piensa, o a perseguir lo que está de moda.

Con demasiada frecuencia, vemos la adoración y la obediencia como dos cosas divorciadas. Tratamos de separar el poder de Dios del propósito de Dios. Pensamos que podemos venir a la iglesia el domingo y cantarle alegres canciones de amor a Jesús; que podemos acercarnos a él y susurrarle frases dulces en su oído, pero no escuchamos lo que él dice ni nos comprometemos a obedecer. ¡Que Dios nos ayude! Noé tenía un corazón que escuchaba y estaba dispuesto a obedecer. Halló gracia a los ojos del Señor. Que así sea también con nosotros.

Estamos muy agradecidos por su amistad, y seguimos orando por usted. Por favor, siéntase libre de enviarnos sus peticiones de oración. Si tienen alguna necesidad específica por la que quiera que oremos, pueden enviarla a CSM P.O. Box 850067 Mobile, AL 36685. Como el Señor les guíe, por favor continúen recordándonos en sus oraciones y en sus ofrendas este mes. Recibimos a diario testimonios de todo el mundo de personas que son fortalecidas por este ministerio.

Su hermano en Cristo,
Stephen Simpson, Presidente

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Acerca del autor:

Stephen Simpson

STEPHEN SIMPSON es el Editor de One-to-One Magazine y el Director de CSM Publishing. Además del ministerio editorial, Stephen fue el pastor principal de Covenant Church de Mobile, Alabama (2004-2013) y ha servido en capacidad de líder en iglesias y ministerios en Costa Rica, Florida, Mississippi, Texas y Michigan, y continúa viajando en el ministerio a través de América del Norte y en otras naciones.

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de la Reina Valera Contemporánea (RVC)

Tomado con permiso de Pastoral Letter de octubre 2021