Autor Larry Kreider

INCORPÓRESE A LA REVOLUCIÓN DEL DISCIPULADO

Usted y yo podemos cambiar el mundo alcanzando a una persona, enseñándole a que él o ella también alcance a una persona y así sucesivamente. 

JESÚS COMENZÓ una revolución hace poco más de 2000 años al tomar doce hombres y entrenarlos para que tomaran Su lugar. En términos actuales equivaldría a  una revolución de mentoría.1 Pablo siguió el ejemplo de Jesús cuando discipuló a Timoteo, a Tito y a Silas. El concepto de la mentoría ha sido adoptado esporádicamente por fieles creyentes en Cristo a lo largo de los últimos 2000 años, pero la mentoría ha sido desechada en la mayoría de los casos. Ahora es el momento para que cada uno de nosotros tome la responsabilidad de hacer discípulos para continuar la revolución iniciada por Jesucristo.

Jesús estableció el modelo de esta revolución pasando la mayor parte de su tiempo con sus discípulos. Algunos de ellos eran jóvenes. De hecho, Jesús eligió a Juan, que se cree tenía sólo diecisiete años y era el más joven de los doce. Juan se convirtió en su discípulo más cercano. Aunque Pedro, Santiago y Juan eran parte del círculo íntimo de Jesús, también pasó mucho tiempo con todos los doce. El estilo de Jesús de hacer discípulos está casi perdido hoy en muchas partes del cuerpo de Cristo. Sin embargo, a través de este simple concepto, Jesús se reprodujo a sí mismo en sus seguidores para comenzar una revolución. Llámenlo como quieran – mentoría, discipulado, entrenamiento o paternidad o maternidad espiritual – todos apuntan básicamente a lo mismo: preocuparse por el crecimiento espiritual de otro creyente.

Pablo realmente entendió esta verdad de hacer discípulos cuando le dijo a Timoteo: Tú pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que es en Cristo Jesús.  Lo que oíste de parte mía mediante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. (2 Timoteo 2: 1-2). Pablo exhortó a Timoteo, que era su discípulo, a encontrar otro discípulo que discipulara a otro.

Nos toca a nosotros hoy     

Es nuestro turno continuar la revolución iniciada por Jesús. Esta es mi pregunta para usted: ¿Quién es el «discípulo» a quien usted está entrenando según el modelo de Jesús y de Pablo? Quiero desafiarlo con algo que tiene el potencial de revolucionar el mundo. Este desafío es para cada creyente, no sólo para pastores y misioneros.

TODOS hemos sido llamados a hacer discípulos de acuerdo con Mateo 28: 19-20 que dice: Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo. Lo desafío a pedirle a Dios por un solo discípulo que también se reproduzca en otro discípulo (una persona dispuesta a guiar a alguien más en el camino de la vida cristiana). ¡Sólo uno! Por supuesto, si Dios le da la gracia de discipular más, hágalo con la ayuda de Dios. Pero comience con uno y anime a su «discípulo» a discipular a otra persona el próximo año. Puede ser alguien en el trabajo o la escuela, un miembro de la familia, un conocido de la iglesia, un amigo o una persona que esté sola.

Ore y pida a alguien que se reúna con usted semanalmente por cierto tiempo (tal vez para tomar un café o té) y hable acerca de su relación diaria con Jesús, ¡y luego ore por él o ella todos los días! La mentoría no es difícil. ¡No requiere tener conocimientos profundos! ¡Usted puede cambiar el mundo, una persona a la vez!

Cada año, el patrón se repite a medida que cada uno encuentra a otra persona para discipular, que también llegue a ser un discípulo que se reproduce. En diez años, discipulando a sólo una persona cada año que también discipule a una persona cada año, ¡usted será responsable de discipular directa o indirectamente a más de 1,000 personas! Usted se habrá incorporado a la revolución de mentoría de Jesús. ¡La multiplicación es exponencial!

Después de 20 años, siendo mentor de un solo discípulo cada año, usted será responsable de haber alcanzado a más de un millón de personas. Así es, más de un millón. Haga los cálculos si no me cree. ¡Después de 30 años, la cantidad salta a más de mil millones! No es de extrañar que el enemigo haya ocultado esta verdad al pueblo de Dios y nos mantenga ocupados en actividades, incluso religiosas.

Ahora, para los detractores y escépticos que están diciendo: «Pero no vivimos en un mundo perfecto». ¿Qué pasa si el proceso no se cumple con todos? «Mi respuesta es simple: Estaré satisfecho con medio millón de discípulos si algunos no cumplen con su responsabilidad en la cadena. Prefiero tener algunos creyentes nuevos que ninguno en absoluto.

He tenido la bendición de hacer discípulos durante casi cuarenta años. He tropezado muchas veces, pero considero que hasta los tropiezos han valido la pena. He recurrido a muchos libros y recursos diferentes, escritos por varios autores, como herramientas para ayudarme a ser mentor de otros. También he tenido el privilegio de ser autor y coautor de 32 libros durante los últimos veinte años.

Pero, sin lugar a dudas, los libros que he escrito que han ayudado a la mayoría de las personas que han tomado en serio el mandamiento de discipular, son, hasta la fecha, los fascículos de la Serie Bíblica de 12 folletos que ponen en práctica la mentoría personal y la formación de discípulos. Literalmente, cientos de miles de estos folletos están siendo usados como herramientas prácticas para ayudar a discipular a la próxima generación. Los creyentes estudian un capítulo a la semana o un folleto por semana, y reflexionan sobre estas verdades fundamentales con su «Timoteo». No importa qué herramientas o libros se usen (hay muchos buenos recursos disponibles en el cuerpo de Cristo), lo más importante es que estemos haciendo discípulos de acuerdo con el modelo y el mandamiento de Jesús.

Fe renovada    

Cuando usted y yo ayudamos a otros con los fundamentos de la vida cristiana, también recibimos una fe renovada de su Palabra, para vivir victoriosamente por encima de las luchas de la vida diaria. No importa cuán talentosos o experimentados seamos, si queremos destacar en algo, debemos practicar los fundamentos: lo esencial. Es cierto para tocar el piano, es cierto para jugar béisbol o golf, y es cierto para vivir la vida cristiana. Discipular a un creyente más nuevo nos hace regresar a los fundamentos del cristianismo una y otra vez.

Este es mi desafío: discipular a una persona que discipule a otra en esta etapa de su vida: Pídele a Dios que le ayude a encontrar a su «Timoteo». Dé el paso de fe y ayúdelo a crecer en Cristo. Sabe ya ¿quién será su discípulo reproductor de 2 Timoteo 2: 2? ¡Continuemos la revolución!

LARRY KREIDER es Director Internacional de DOVE International, una red de 350 congregaciones basadas en células en todo el mundo. Ha estado en el ministerio desde 1971, sembrando grupos celulares, escribiendo muchos libros y artículos, y hablando por todo el mundo. Él y su esposa, LaVerne, residen en Lititz, Pensilvania.

Notas

  1. “La mentoría es una relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada  o con menor conocimiento.” https://es.wikipedia.org/wiki/Mentoría

Tomado con permiso de One-to-One Magazine Primavera 2017

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de Reina Valera Actualizada 2015.