Apreciado amigo en Cristo,

Es posible conocer a Dios a través de Jesucristo y que el misterio de Dios y la piedad permanezcan en misterio. El nuevo nacimiento es maravilloso, pero es solo el comienzo de nuestra jornada para conocer a Dios. En el evangelio de Juan, entre las últimas palabras que Jesús habló a sus discípulos se encuentran los capítulos 14-16. Incluso después de más de tres años de su jornada con Jesús, Él les dice: “Todavía tengo que decirles muchas cosas, pero ahora no las pueden sobrellevar» (Juan 16:12). A pesar de la cercanía que tenían con Jesús, habría más jornadas por delante; sería necesaria una mayor maduración y preparación para que conocieran más este inimaginable misterio.

Colosenses 1:13 dice que “Él nos ha librado de la autoridad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo amado.” Hemos sido sacados del reino visible (que se percibe más fácilmente) e injertados en el reino espiritual y los misterios de Cristo. Veamos qué significa esto. Mientras Jesús estuvo en la tierra, él enseñó en parábolas: historias naturales sobre verdades espirituales.

        PARABOLAS

        Mateo 13:34 dice que Jesús habló a su cultura sólo en parábolas. El versículo 35 dice que era en cumplimiento del Salmo 78:2 que dice: “Abriré mi boca en parábolas; evocaré las cosas escondidas del pasado.» Las parábolas son «cortinas físicas» detrás de las cuales están los misterios de Dios.

Proverbios 25:2 dice: » Es gloria de Dios ocultar una cosa, y es gloria del rey escudriñarla.» Si hemos de reinar con Cristo, debemos buscar «más allá del velo». Debemos mirar más allá de lo obvio y lo visible, para ver lo espiritual y lo eterno. Lo que se ve se desvanece, es pasajero, pasa pronto, pero lo espiritual es eterno.

¿Quién va más allá de lo obvio y ve lo real? En Lucas 10:21 Jesús dijo: « Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas de los sabios y entendidos y las has revelado a los niños.” El Salmo 34:2 lo expresa de esta manera: «Lo oirán los mansos y se alegrarán. Los humildes oirán y se alegrarán.»

A sus discípulos les dijo: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de los cielos» (Mateo 13:11). Entonces, los misterios del Reino se revelan a quienes siguen a Cristo con humildad y hambre de aprender de él que lo visible es, de hecho, gobernado por lo invisible.

        BUSCANDO

        Algunos escucharon las parábolas “sólo como historias” y siguieron su camino. Otros tuvieron hambre de saber más y siguieron al Señor. Jesús dijo: «Busquen y hallarán». Su significado completo es: «Sigan buscando y seguirán encontrando.» En Mateo 6:33, Jesús dijo: “Busquen primeramente el reino de Dios.” Dado que el reino es un misterio, buscarlo es la eterna prioridad y es una aventura.

La búsqueda revela nuestra hambre espiritual, nuestra humildad y nuestra necesidad. Cada una de estas características nos califica para descubrir más de nuestro Señor. Si las descuidamos, eso nos descalifica o nos desvía de la búsqueda. Cuando dejamos de buscar, nos volvemos vulnerables a nuestros apetitos: el reino visible que el enemigo de nuestras almas usa para dominarnos.

Las personas a quienes se les da un beneficio sin tener que luchar ni buscarlo, no maduran ni administran bien lo que se les da. No se da automóviles a niños pequeños y a los adultos sanos no se “les da de comer metiéndole la cuchara en la boca”. “Los que tienen hambre y sed de justicia serán saciados” (Mateo 5:6).

Dios es el Padre sabio y ha elegido ocultar algunas verdades y revelarlas a quienes las desean lo suficiente como para tomarse el trabajo de buscarlas. Quizás nuestros desafíos nos revelen nuestra necesidad, hambre y deseo de conocer a Jesús y su Reino de una manera que no podría suceder sin estos desafíos; ¡Eso sería una jornada!

        LA JORNADA

        Los discípulos bajaron del “tiovivo religioso” y comenzaron una jornada transformadora con Jesús; los colonizadores se convirtieron en peregrinos. Comenzaron una aventura hacia lo desconocido en el conocimiento de Jesús y los misterios del reino de Dios. Cometieron muchos errores, pero no dejaron de seguir; continuaron la jornada.

En 1964, me sentía con mucha necesidad espiritual. Mi amigo cercano y pastor de una iglesia grande, también había tenido hambre de Dios y eso lo llevó al bautismo en el Espíritu Santo y a hablar en lenguas; por lo que había sido expulsado de la convención de su denominación y de la iglesia que pastoreaba. Ahora dirigía un pequeño grupo de oración en Pensacola, Florida. Mi hambre me llevó a Pensacola a ver que estaba aconteciendo con ellos. En mi segunda visita, ¡fui bautizado en el maravilloso Espíritu Santo!

Sin saber lo que todo eso significaba, el grupo de oración comenzó a cantar ese viejo himno,»Higher Ground (Sobre las alturas)» que en parte dice: » Avanzando por el camino encumbrado voy, cada día nuevas alturas ganando estoy, orando todavía voy cuanto más arriba. Señor, afirma mis pies en las alturas.” (Jason Oatman, 1898).”

Me bendice también la segunda estrofa que dice: “Mi corazón no desea estar donde las dudas asaltan y los temores abruman. Aunque unos habiten donde esto abunda, mi oración, mi meta es ir más arriba.»1

 Había cantado ese himno muchas veces en la iglesia (página 269 del antiguo Himnario de Broadman). Pero por primera vez, lo cantaba parado sobre «las alturas». Fue una jornada que comenzó allí, ¡y 56 años después la jornada continúa! (¡Pura gracia, estimulante y gratificante!)

El apóstol Pablo dijo: “Prosigo a la meta hacia el premio del supremo llamamiento…” (Filipenses 3:14). Pablo fue llamado a ir más alto, mucho más alto. No estaba satisfecho de sí mismo, sino que tenía hambre y sed del reino de Cristo y la justicia que iba mucho más allá de las meras reglas y tradiciones religiosas. Había sido llenado del Espíritu Santo, el Guía, y seguía a su Guía.

No conocía el plan, pero conocía al Guía. Él conocería mejor al Señor mientras “persistía en conocer al Señor” (ver Oseas 6:3). Mientras progresaba, aprendía lo que necesitaba saber y podía administrar bien lo que recibía por revelación. (Administró bien, porque tenía hambre y también valoraba el premio).

        REVELACIÓN

        Entonces, no se nos ha dado un plan, una fórmula o un programa; se nos ha dado un guía que también es el revelador. El Espíritu Santo es el revelador de la verdad y los misterios del Reino mientras tenemos hambre y caminamos con Él (lea Juan 16:13). Él nos ayuda a ver más allá de la historia y la verdad detrás de la historia. Entonces, ¿por qué nos revela la verdad? Hay muchas razones, pero sugeriré algunas:

  • La revelación no es sólo para educar sino para transformar (vea 1Corintios 2:6-16; Romanos 12:2; 2Corintios 3:18). El propósito de la revelación y la comprensión es conformarnos a la imagen de Cristo, no sólo para hacernos más inteligentes o capaces de citar más versículos de la Biblia. También es para prepararnos para la jornada que tenemos por delante. La obediencia es importante para Dios y para nosotros ahora, pero nos ayudará a estar preparados para el futuro desconocido. La jornada sigue.
  • Hebreos 12:1-2 nos exhorta a “correr con perseverancia, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo que tenía delante de él, sufrió la cruz, menospreciando la oprobio, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” Además, dice que consideremos lo que soportó.

La revelación o discernimiento son parte de una jornada continua hacia el supremo llamamiento de Dios para cada uno de nosotros. Nos cambia, nos prepara y nos hace pasar por pruebas y sufrimientos. ¡Es asombroso repasar nuestras vidas y ver cómo íbamos siendo transformados, preparados y sostenidos incluso sin que nos diéramos cuenta!

Hace poco me senté con un siervo de Cristo muy maduro recordando su maravillosa transformación de traficante de drogas y de estar en prisión a convertirse en supervisor de muchas iglesias. Fue y es una historia emocionante. Es obvio para mí que el Señor había elegido revelarse a este hombre, continuamente. Había sido transformado, era obediente, preparado y sostenido.

Ese proceso está disponible para todos los que nos humillamos, tenemos hambre de Dios y estamos dispuestos a hacer la jornada. ¡Esa vida vale la pena vivirla!

Es glorioso observar la transformación de varias generaciones que comenzaron la jornada hacia el misterio del gobierno de Dios en sus vidas. Ha producido una búsqueda del tesoro, ya que han buscado el propósito de Dios y su suprema vocación. Se han extendido más allá de las fronteras y los límites hacia la naturaleza y las culturas. Han producido nuevas generaciones de ministerio y servicio en el mundo. Cuando mi generación pase, otras compartirán el mismo Evangelio de Jesús y serán luces en el mundo.

        NUESTRO HORA ES AHORA

        Este tiempo en que vivimos no tiene que ser solo un «mal momento», de hecho, es «nuestro tiempo». La luz fue hecha para la oscuridad. Jesús fue luz en algunos de los peores tiempos para su nación y el mundo. Luego nos dijo: “Ustedes son la luz del mundo” (ver Mateo 5:14-16). ¡Cuanto más oscura es la noche, más brillante es la luz! Lo animo a leer los capítulos 5-7 de Mateo.

Mantenga sus ojos en Jesús y no en la furiosa tormenta que nos rodea; no pierda la concentración ni se distraiga. Las noticias nos agotarán, pero el Espíritu Santo nos sostendrá.” Espera en el SEÑOR. Esfuérzate y aliéntese tu corazón” (Salmo 27:13-14). ¡Esa es una promesa preciosa! A medida que Dios se revele a sí mismo y sus misterios, nuestra energía se renovará, nuestro propósito será más claro e iremos siendo transformados más y más a su imagen.

Es posible que usted tenga amigos que necesiten este mensaje; si es así, compártalo con ellos. Nos gustaría enviarles una copia de esta carta o nuestra carta pastoral cada mes. También puede leer este y otros recursos para edificar su fe en nuestro sitio web: www.csmpublishing.org o por correo electrónico.

Lo animo a que se reúna con amigos espirituales cercanos y busquen juntos al Señor. Sea creativo e intencional en esta temporada para asegurarse de que ni usted ni sus seres queridos estén aislados o solos. Hasta donde sea posible, no se aísle, oren unos por otros, edifíquense en la fe.

Si en algún momento no puede reunirse físicamente, pruebe llamadas telefónicas, cartas, tarjetas, correos electrónicos, reuniones de Zoom, FaceTime y redes sociales… tenemos muchas herramientas maravillosas que podemos usar para animarnos unos a otros. Aproveche estas oportunidades.

En CSM hemos aprendido más sobre algunas de estas tecnologías y recursos. Hemos tenido buenas conversaciones con muchos de nuestros amigos en todo el país. Hemos estado creando nuevos recursos de audio y video y los queremos compartir con usted.

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En el amor de Cristo,   Su hermano Charles Simpson.    Usado con permiso del autor.

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de Reina Valera Actualizada 2015.

Biografía del autor

Charles Simpson es un autor, maestro de la Biblia y pastor de renombre internacional, que se desempeña en el ministerio desde 1955. También es editor en jefe de la revista One-to-One y ministra extensamente en los Estados Unidos y las naciones.

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Nota del traductor

  1. Traducción Libre – En español se usa la música de Higher Ground con la letra de: “En la mansión do Cristo está, allí no habrá tribulación, ningún pesar, ningún dolor que me quebrante el corazón…” (Letra y mensaje distintos).