Por Stephen Simpson

Querido amigo en Cristo:

La sabiduría es un asunto de vida o muerte. Estoy muy agradecido por mis padres, abuelos, pastores y mentores que no sólo modelaron la sabiduría, sino que me enseñaron desde temprana edad a buscarla. Su fundamento para la sabiduría fue la Palabra de Dios y Su Espíritu Santo. Veamos un pasaje de Proverbios 2:

Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos;

2 si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a la

inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; 4 si la buscas

como a la plata, como a un tesoro escondido, 5 entonces comprenderás el

temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios. 6 Porque el SEÑOR da la

sabiduría; conocimiento y ciencia brotan de sus labios. 7 Él reserva su ayuda

para la gente íntegra y protege a los de conducta intachable. 8 Él cuida el

sendero de los justos y protege el camino de sus fieles. 9 Entonces

comprenderás la justicia y el derecho, la equidad y todo buen camino; 10 la

sabiduría vendrá a tu corazón, y el conocimiento te endulzará la vida. 11 La

discreción te cuidará, la inteligencia te protegerá. 12 La sabiduría te librará

del camino de los malvados, de los que profieren palabras perversas, 13 de

los que se apartan del camino recto para andar por sendas tenebrosas,

 (Proverbios 2:1-13).

¿Percibe usted la urgencia aquí? Recibir una sabiduría duradera no es, en última instancia, un esfuerzo pasivo, sino una búsqueda activa y apasionada. Proverbios 4:7 dice que debemos obtener sabiduría, cueste lo que cueste. A veces el costo es muy grande. Pero la recompensa es más preciosa que la plata. El fracaso es a menudo una parte de nuestro trayecto en busca de la sabiduría. Sin embargo, algunas personas fracasan y nunca aprenden. Algunas personas aprenden constantemente, pero nunca llegan al conocimiento de la verdad (lea 2 Timoteo 3:7).

El fundamento de la sabiduría, más allá de la experiencia o el conocimiento, es reverenciar correctamente al Señor (La Biblia lo llama «el temor del Señor»); reconocer su gobierno majestuoso y soberano; darle la gloria debida a su nombre; vivir en humildad; caminar en obediencia activa a su voluntad; fundar su vida sobre él (ver Job 28:28; Proverbios 1:7; Proverbios 16:18; Salmo 29:2; Mateo 7:24-27; Efesios 5:15; Santiago 3:13). La adoración auténtica prepara el camino para que la sabiduría de Dios nos sea dada.

La sabiduría del Señor nos da una esperanza establecida en la fidelidad de su pacto y una estrategia arraigada en el propósito de su Reino. En tiempos de tormentas y terremotos, somos consolados y guiados por la sabiduría que Él tan generosamente nos da. Y Él nos dice que la pidamos. Su sabiduría es vital para nosotros en el tiempo que se avecina. A menudo pienso en la Palabra del Señor que se encuentra en Isaías 54:2-3, que nos da esta exhortación:

“Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas. 3 Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas.”

Isaías vivió más de 700 años antes de Jesús, pero por el Espíritu Santo, vio muy claramente lo referente a Jesús y su función como Mesías. Isaías profetizó muchas cosas acerca de Jesús y su redención y salvación del pueblo de Dios.

Isaías también vio la condición corrupta y decadente de Israel y la gran necesidad que tenía de un salvador. Pero vio que incluso en el juicio, la perdición y el dolor, Israel recibiría la redención prometida por Dios a través del Mesías. Isaías le dijo al pueblo que preparara sus corazones para lo que Dios iba a hacer, para que cuando Dios se moviera, no se lo perdieran.

Nuestro amigo y pastor Mike Poulin, ha dicho que podemos estar justo en medio de algo que Dios está haciendo y aún así perdernos de verlo. Creemos que Dios se moverá de una manera nueva y mejor que no nos lo perdamos cuando lo haga. Necesitamos preparar nuestros corazones y mentes y hacer espacio para lo que Él quiere hacer. Dios siempre cumplirá lo que quiere realizar. La pregunta es, ¿seremos nosotros parte de ello cuando lo haga?

Lamentablemente, cuando Jesús el Mesías vino a Israel, como Dios había prometido e Isaías había profetizado, muchos religiosos en su día todavía no lo reconocieron. Si Jesucristo entrara hoy en su habitación, ¿lo reconocería usted?

En el capítulo 54, Isaías habla del tiempo que vendría, cuando los lugares desolados se poblarían con personas redimidas por el Señor; ¡cuando los espacios vacíos se llenarían con canciones y gritos de júbilo! de la alabanza de los que hubieran sido vivificados por el Mesías. Isaías dice que debemos estar preparados, alargando las cuerdas de la tienda y reforzando las estacas, para cuando venga. ¿Qué significa esto? Isaías utiliza aquí la metáfora de una tienda para describir nuestra esfera: nuestra morada, nuestro hogar, nuestra iglesia, nuestra comunidad. Es el lugar donde vivimos, donde trabajamos, donde nos relacionamos, donde tenemos influencia, donde nos encontramos con Dios y con unos y otros.

Alargando las cuerdas
Isaías dice que, para estar listos para la nueva temporada en Dios, es preciso crecer. Alargando las cuerdas y extendiendo las cortinas de la tienda, Dios nos aumentara». Sueñe con objetivos más grandes; vea visiones más extensas. Si cree haber visto ya el límite de lo que Dios puede hacer en y a través de usted, ¡entienda que no ha visto nada todavía! Si cree que es demasiado tarde para usted, o que Dios ha terminado su trato con usted, déjame recordarle lo que mi abuelo Simpson siempre decía: «¡Lo mejor está por venir!»

 Y si cree que la bendición del Señor termina con usted, o que es sólo para unos pocos más, piense de nuevo. ¡Como dice la canción, “¡Ábranse las puertas y la música se oirá, las calles resuenan cantando! De Martin Smith, “Did You Feel the Mountains Tremble?” (Sentiste las montañas temblar.)

Esto sucederá, no por la grandeza del pueblo de Dios, sino por la grandeza de Dios. Él ha elegido a su pueblo para que sea un canal de su bendición y propósito en la tierra, para llevar la Buena Nueva de su redención y salvación a los que están perdidos, cansados, oprimidos y quebrantados. Es Su deseo que ninguno se pierda; que Su Reino venga, y que se haga Su voluntad, en la tierra como en el cielo. Él promete que el conocimiento de su gloria -su bondad y misericordia- cubrirá la tierra, como las aguas cubren el mar.

 “¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados.(Isaías 43:19).

Esto significa que Dios, el Creador, sigue haciendo obras creativas poderosas. Puede hacer que un río fluya en el desierto; puede hacer que el pan caiga del cielo; puede hacer que los ciegos vean. Nada es demasiado difícil para Él. Dios no está limitado por nuestras limitaciones.

Él es capaz de trascender nuestras circunstancias y nuestro entendimiento, y justo cuando creamos que lo hemos entendido todo, utilizará algo absurdo para confundir a los sabios, algo débil para sorprender a los fuertes. Él no nos ha llamado a vivir en un capullo o en un club campestre religioso, sino a comprometernos con el mundo que nos rodea con el objetivo de ver Su Reino -la justicia, la paz y el gozo en el Espíritu Santo- extendido en todas las esferas de la vida. ¡Prepárese!

Reforzando las estacas
Si quiere hacer la tienda más grande, hay que clavar las estacas más profundamente. Si va a hacer el edificio más alto, tiene que hacer los cimientos más fuertes. Dios no sólo nos está llamando a subir y a salir, sino también a ir más profundo en Su presencia y en Su Palabra.

He oído decir que debemos dedicar tiempo a la oración todos los días, pero cuando estemos más ocupados en las cosas de Dios, debemos dedicar más tiempo a la oración. Lo que Dios desea hacer entre nosotros estará arraigado y nacerá de Su Palabra y de la oración. El que verdaderamente busca a Dios y recibe Su Palabra será fortalecido y motivado a hacer más para él.

Jesucristo no sólo enseñaba la Palabra de Dios, sino que era y es la Palabra Viva de Dios, la Palabra hecha carne. No sólo dijo verdades, sino que es la verdad en persona. La verdad de Dios se vistió de piel y caminó entre nosotros. Del mismo modo, estamos llamados a tomar las verdades de la Palabra de Dios y hacerlas realidad en nuestras vidas de manera visible. Pero no podemos encarnar lo que no hemos recibido.

Jesús, al igual que los demás jóvenes de su época, leía, estudiaba y meditaba la Palabra de Dios constantemente. Si queremos compartir la fe, será mejor que sepamos lo que es la fe. Pablo le dijo a su hijo espiritual Timoteo: » Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.» (2 Timoteo 2:15). No creceremos adecuadamente sin raíces sólidas.

Por favor ore
Nuestro llamado en CSM es abrazar la verdad con nuestras vidas; extender el Reino de Dios, una persona a la vez. Tanto mi padre, Charles Simpson, como yo tendremos importantes viajes ministeriales a varias partes de los Estados Unidos durante el resto de este año. Por favor, ore por nosotros, nuestra familia y todo nuestro maravilloso equipo ministerial de CSM. Si desea que ministremos en su iglesia o en su ciudad, por favor, póngase en contacto con nuestra oficina al 251.633.7900.

¿Podría también continuar recordando a CSM en sus donaciones este mes? Estamos equipando y activando a los creyentes de todo el mundo en la misión. Cuando usted nos apoya, nosotros podemos apoyar y animar a muchos otros. Estamos muy agradecidos por su amistad en este viaje.

En Jesús,

Stephen Simpson, Presidente

STEPHEN SIMPSON es el Editor de One-to-One Magazine y el Director de CSM Publishing. Además del ministerio editorial, Stephen fue el pastor principal de Covenant Church de Mobile, Alabama (2004-2013) y ha servido en capacidad de líder en iglesias y ministerios en Costa Rica, Florida, Mississippi, Texas y Michigan, y continúa viajando en el ministerio a través de América del Norte y en otras naciones.

A menos que se indique lo contrario, todas las citas bíblicas son de la Nueva Versión Internacional de La Biblia

Carta Pastoral -octubre 2022.- Usado con permiso del autor